Motherland: de la cara B a la cara A de la maternidad

Opinión:

La misma editorial presenta este libro de Virginia Mosquera como una novela. Sin embargo, "Motherland: De la cara B a la cara A de la maternidad" no creo que sea una novela al cien por cien, yo me inclino a clasificarlo como ensayo e, incluso, como una especie de libro de Memorias.

En "Motherland", la autora está compartiendo con su hija Jota lo que es la maternidad, los sentimientos y cambios que ésta provoca. Lo está haciendo a través de una especie de carta que le escribe y que hace que este libro vuelva a ser una lectura que no deja indiferente.

El tema principal es la maternidad. Virginia Mosquera va exponiendo a lo largo de todo el libro qué es lo que ella piensa sobre la misma, el cambio que supuso en su vida el nacimiento de Jota (su hija mayor) y, más tarde, el de Teo. La autora no le oculta a su hija el hecho de que no todas las mujeres sirven para ser madres y le aconseja que no se deje llevar por la presión social. Es una idea que comparto. En ningún momento, Virginia Mosquera lamenta haber sido madre. Pese a que reconoce que sus dos hijos le han cambiado la vida, que ya no va a volver la que tenía cuando estaba soltera, no cambia a sus niños por nada.

Virginia Mosquera defiende su maternidad pero no va en plan "súper mamá" ni se considera la mejor madre del mundo. Simplemente comparte experiencias por eso su libro es tan bueno. Es una lectura creíble.

Ya seas madre o no, desde la primera página sientes una gran empatía con la autora. La autora tiene un estilo narrativo directo y fresco al que le da unos toques de humor increíbles y que hacen que la lectura sea aún más amena. Quiero destacar los títulos de cada uno de los capítulos, bien resaltados en negrita y mayúsculas: muchos de ellos son frases para anotar por lo geniales que son. Frases impactantes que cuadran con el resto del libro.

Si buscas una lectura que te haga pasar un buen rato pero que, al mismo tiempo, te haga reflexionar ésta es sin duda la tuya. Francamente, es muy bueno.

Ysabel M.