Montgomery Bonbon 2. Muerte en el faro

Opinión:

Lo primero que encontrará el joven lector al abrir el libro es un mapa en blanco y negro de la isla Rhara, que le permitirá situarse en los lugares donde transcurre la historia. En la página siguiente, encontrará también en blanco y negro el rostro de los protagonistas.

En "Muerte en el Faro", Alasdair Beckett-King regresa con una segunda aventura de Montgomery Bonbon tan ágil, refrescante y deliciosamente peculiar como la brisa isleña que impregna sus páginas. Lo que comienza como unas sencillas vacaciones para la joven Bonnie y su siempre paciente abuelo Banks pronto se convierte, como todo buen misterio infantil, en una maraña de cadáveres, secretos y sospechosos excéntricos. Bonnie, por supuesto, lo resuelve como mejor sabe: poniéndose un bigote postizo y retomando el brillante personaje de su álter ego, Montgomery Bonbon,"el mejor detective del mundo" (al menos según Bonnie).

La premisa es irresistible. Una muerte sospechosa en un faro remoto, un pueblo de isleños peculiares y una heroína que se enfrenta tanto al caso del asesinato como a sus propias ansiedades persistentes, con igual dosis de valentía y humor. Beckett-King demuestra una vez más su singular talento para combinar el misterio genuino con un humor ligero y apto para niños. Las bromas llegan al mismo ritmo que las pistas, y a menudo con la misma ingeniosa precisión.

La evolución emocional de Bonnie añade una profundidad inesperada. Su incipiente amistad con Dana Hornville, una de las pocas personas que conoce su identidad secreta, impregna la narración de una ternura conmovedora. El temor de Bonnie a que Dana la traicione se aborda con sutileza y una honestidad refrescante, poco común en protagonistas de literatura juvenil. Cuando sus caminos se cruzan inevitablemente en la isla, la novela se transforma en una reflexión sorprendentemente conmovedora sobre la confianza, la fragilidad de las amistades infantiles y la valentía necesaria no solo para resolver crímenes, sino también para abrirse a los demás.

La historia del autor se ve reflejada a la perfección en las enérgicas ilustraciones de Claire Powell, que dan vida tanto a los personajes extravagantes como al paisaje agreste y azotado por el viento. Sus dibujos no son meramente decorativos; intensifican el humor y agudizan los matices emocionales, creando un ritmo visual que refleja la agilidad mental y la bravuconería nerviosa de Bonnie. Sus bellas ilustraciones son siempre en blanco y negro, y algunas ocupan una página completa.

Para los lectores de misterio más experimentados, esta novela ofrece mucho: una red de contrabando, una segunda muerte inesperada y un tenso enfrentamiento final en lo alto del faro, donde Bonnie supera su vértigo. Sin embargo, quienes se acerquen por primera vez a la serie no deben temer incorporarse a mitad de camino. Si bien los seguidores del libro anterior, "Asesinato en el museo", apreciarán la continuidad, Beckett-King es generosa con los nuevos lectores, ofreciéndoles una puerta abierta y una broma oportuna en cada paso de la historia.

En definitiva, la lectura es de esas raras novelas de misterio para jóvenes lectores que logran ser genuinamente divertidas sin perder tensión, y conmovedoras sin caer en el sentimentalismo. Es ágil, ingeniosa, inclusiva y, al igual que la propia Bonnie, rebosa de una arrogancia inverosímil.

*Publicada por Editorial Bambú.

Violeta Lila