Mientras el mundo agoniza

Opinión:

A pesar de que el autor, uno de los más importantes no solo en el mercado nacional, sino también en el internacional, ha cumplido ya 80 años, sigue "al pie del cañón" y en forma para seguir ofreciéndonos obras de calidad, como siempre ha hecho. De todas maneras, a algunas series y personajes suyos parece que está queriendo darles una especie de despedida de ponerles ya un punto final (o parte, como ahora veremos). En el caso de Dani Futuro y de Gringo, hace unos años apareció un volumen con dos historias independientes, titulado PUNTO FINAL, justamente para cerrar esas dos series "de juventud", con un punto más amargo, más derrotista, que el que habían tenido en anteriores etapas. Sin embargo, ese no fue el Punto Final para Dani Futuro/Daniel Blancor (por eso lo del punto y aparte), siendo el mismo el que ahora tenemos entre manos (de momento, pues el cierre de la historia deja un final que podría ser retomado cuando el autor así lo quisiera).

La creación de Dani Futuro, obra de Víctor Mora y Carlos Giménez data de 1969, dando pronto el salto al mercado franco-belga en las páginas de la revista Tintín. Era una obra destinada al público juvenil, aventuras espaciales con un punto de inocencia, pero que no dejaban de lado temas como la ecología, el pacifismo, etc. Pero parece ser que en la historia publicada en Punto Final la balanza se decantó por el pesimismo, la violencia... y eso es lo que nos encontramos en esta nueva obra. A la aventura espacial de venganza emprendida por Dani Futuro y sus nuevos acompañantes se le suman todos los males que como sociedad estamos creando, amplificados por el tiempo pasado y la dejadez de las autoridades. Inmigrantes que ponen sus vidas y la de los suyos en peligro por huir de las condiciones inhumanas en las que (mal)viven, el brutal cambio climático, la enorme desigualdad social agravada por unos dirigentes que no se hace cargo del bienestar de sus ciudadanos, los fanatismos religiosos, etc. Todo eso es el marco en el que Dani y sus acompañantes (Mor y Armony) emprenden su "misión", "Mientras el mundo agoniza".

Como ya hemos comentado, la "luminosidad", la inocencia, la aventura desenfadada, cambia en estas últimas obras para pasar a ser una historia sombría, de venganza (aunque al final se descubra vana, un alivio momentáneo que no resarce de las pérdidas sufridas, y que puede causar, proporcionar, más mal que bien a quien la ejecuta, a varios niveles). De todas maneras, hay un punto (en realidad varios) de optimismo al final, ese final que comentaba que deja una vía abierta en caso de que la historia quiera continuarse, bien por el autor, bien por algún otro autorizado.

Estamos ante un volumen más extenso de lo habitual, 240 páginas, por lo que el autor puede desarrollar debidamente su obra, dividida aquí en tres partes, que bien podrían haber sido (normalmente lo hubieran sido) tres volúmenes. El dibujo, en cuanto a naves, armamento, robots, ciudades, etc., está muy bien plasmado, y la historia perfectamente desarrollada. El color de Carlos Vila está totalmente integrado y ayuda mucho a la visualización de la obra. Por ponerle un pero al apartado gráfico, algunos planos de los protagonistas, algunas expresiones, no me acaban de convencer, no acabo de verlas en este tipo de obra, me dan más la impresión de ilustraciones para aquellas obras juveniles de los 70 que para la dura, sombría, pesimista, cruel, obra que tenemos entre manos. Pero bueno, todo lo que rodea a ese pequeño "pero" hace que sea un punto menor; y ojo, digo que a mí personalmente, igual otros lectores ven totalmente adecuados esos planos/expresiones.

Como acabáis de ver, unas líneas más arriba he utilizado la palabra "cruel", sumada a las de sombría, pesimista, etc.; sí, es cruel, y no se esconde a la hora de presentar asesinatos a sangre fría (incluso de niños), violaciones, canibalismo... de forma explícita. Así que, cuidado si creéis que estáis ante una obra juvenil de aventuras espaciales. No, como dice el propio autor en el prólogo, "es una aventura de malos y muy malos; una historia con elementos fantásticos (…) con piratas del espacio, terroristas fanáticos y robots (…) pero buenos, lo que se dice buenos al estilo del héroe tradicional de los tebeos de aventuras, en este relato encontraremos muy pocos."

Una obra imprescindible por sí misma, por lo que supone como elemento propio, pero también por ser el 80 aniversario del autor, lo que puede suponer de despedida del personaje, así como por historia del cómic internacional.

J. Javier Arnau