mi perverso marqués

Opinión:

Que Gaelen Foley sabe escribir novela romántica y ambientarla históricamente no es ningún secreto. A las pruebas me remito: la saga de los Knight es una de las más vendidas del género. Con esta novela inicia una nueva serie: Club Inferno, y promete ser tan buena o más que la anterior.
 
Pongámonos en situación: 1815. Napoleón acaba de ser vencido en Waterloo y van regresando a Inglaterra los hombres que han participado de uno u otro modo en el resultado de esa contienda. Pero el protagonista de esta novela y sus amigos no son simples soldados, son espías pertenecientes a la Orden de San Miguel, en lucha desde hace siglos contra el Consejo de Prometo, una organización que pretende hacerse con el poder y gobernar en la sombra en el mayor territorio posible. Ese Consejo tenía puestas muchas esperanzas en Bonaparte y habían infiltrado a algunos de sus adeptos para asegurarse la victoria. Sólo que la Orden fue más lista.
 
Los miembros de dicha Orden son aristócratas y, para despistar a sus conciudadanos, parecen llevar una vida disoluta y frívola. Tanto es así, que al protagonista de la novela se le conoce como “El marqués perverso”.
 
De entrada, el tema de la conspiración internacional es muy atractivo, y los miembros de ambos bandos son magníficos. La historia, que camina paralela al romance, es sugerente y muy creíble, hasta el punto que el lector llega a preguntarse qué hay de verdad en ella. Los componentes de dicha Orden van a ser los protagonistas de esta saga y el primero de ellos es el marqués de Rotherstone.
 
Max St. Albans (el marqués) cree haber cumplido ya con su labor en dicho grupo, tras veinte años de una vida muy dura que comenzó cuando era un niño. La soledad le ha pesado como una losa en el transcurso de ese tiempo y ahora tiene prisa por casarse, establecerse y crear una familia. De entre todas las jóvenes casaderas elige a la que en principio parece la menos adecuada pero que resulta ser perfecta para él. Es encantador el modo en el que va convenciéndose a sí mismo acerca de al conveniencia o no de elegir a Daphne Starling como futura esposa. Sólo que no ha contado con la opinión de ella.
 
Daphne es la típica protagonista de este tipo de novelas: hermosa, inteligente, con carácter, tierna y apasionada. Y no comprende ni acepta que él no sea del todo sincero con ella, le oculte cosas y se muestre extremadamente distante en ocasiones. Sólo el lector es consciente de los motivos que impulsan a Max a mantener sus secretos, que son totalmente justificados. Tal vez por esa razón Daphne no logra cautivarnos del mismo modo que su antagonista. Su insistencia y su obsesión por conocerlo absolutamente todo sobre él roza el absurdo, especialmente si tenemos en cuenta la época en la que está ambientada. No obstante, queda patente la dificultad para Max de llevar una doble vida, algo para lo que no está preparado, y los remordimientos lo corroen por partida doble: no puede traicionar a la Orden pero tampoco puede vivir con Daphne y ocultarle lo que es y lo que hace.
 
El marqués es un protagonista extraordinario, arrebatador, y sus compañeros no lo son menos. Aunque la historia de amor puede resultar un poco floja, la parte de la Orden y los prometeos es apasionante.
 
Una novela muy bien ambientada, con buenos diálogos y escenas soberbias, con suspense, intriga y sentido del humor. Un magnífico estreno para una serie cuya continuación se apunta hacia el final de esta entrega, cuando otro de los compañeros de Max está a punto de embarcarse en una aventura totalmente imprevista.
 
Confiamos en que la espera no se haga demasiado larga. 
  
Pilar Alonso Márquez