m. luther king

Opinión:

Verdaderamente resulta complicado resumir la vida de un personaje de la talla de Martin Luther King (Atlanta 1929- Menphis 1968) en tan breve espacio, aunque, el libro al que me refiero, está escrito con bastante acierto, resulta ameno y, además, contiene varias citas del propio King. Esto nos hace comprender mejor, que es de lo que se trata, toda la dimensión humana de King. Por eso, muy posiblemente , sea este el mejor el camino elegido, frente al que supondría contar con detalle minucioso su vida, cuando lo que realmente importa es su testimonio.

Creo que, tras la lectura del libro, se pueden sacar algunas conclusiones importantes para entender a King y su obra. En primer lugar parece que King, que era doctor en Teología por la Universidad de Harvard, e hijo y nieto de pastores baptistas, tiene un concepto profundamente cristiano de las relaciones humanas. Y no es un concepto en el sentido teórico de la palabra. Su actitud representa a la de un cristiano primitivo, es decir, aquel que cree en el mensaje inicial de Jesús, cuando éste no había sido prostituido por la Iglesia católica y el Vaticano.

Desde esta perspectiva hay que entender la actitud de King, en lo que se refiere a la liberación de sus hermanos de raza. Y me parece significativo que el doctor King emplee en todos sus discursos y escritos deliberadamente la palabra hermanos, en el sentido profundamente cristiano de su significado. No dice compañeros, no dice camaradas o amigos, dice exactamente hermanos.

Y lo dice porque cree en la literalidad de su significado y, cuando lo expresa, no se refiere sólo a la comunidad negra oprimida, sino también a la comunidad blanca opresora, o mejor a parte de los blancos opresores. King no lanza un mensaje de liberación, a través de la confrontación directa y armada o de la exclusión, y este es, a mi juicio, el aspecto más importante. King cree que la segregación racial perjudica tanto a negros como a blancos.

De ese concepto integrador, es de donde sale el maravilloso discurso "I have a dream" (tengo un sueño), que es la base ideológica y la columna vertebral sobre la que descansa y se sostiene todo el entramado integracionista de King. El discurso está reproducido, en parte, en el libro.

Y siguiendo esta línea argumental, por pura coherencia, y esta es la segunda de las conclusiones a las que he llegado, se justifica la no-violencia, pero la no-violencia activa, como un método de lucha, como contraposición a la que simplemente practica el que acepta como un cordero su destino.

Esta no-violencia está inspirada en sus principios cristianos, pero también, en el ejemplo de Mahatma Gandhi, del que era una gran admirador . Se podrá discutir, y de eso me ocuparé más adelante, si la no-violencia activa, resulta del todo eficaz para luchar contra la violencia activa de los opresores. Se podrá discutir si, cuando te están aplastando, no tienes el derecho legítimo de contestar con la fuerza pero, lo que es indiscutible, en mi opinión, es que desde la pura coherencia de King una respuesta violenta, además de ser contraproducente desde un punto de vista táctico ( y King también era un táctico y muy bueno), supondría poner en el mismo plano al que sufre y al que provoca el sufrimiento, al opresor y al oprimido, al verdugo y a la víctima. Y de esta actitud deberían tomar buena nota aquellos que creen que a la democracia también se le defiende desde las cloacas (Felipe González presidente del gobierno español año 1994) y todos los que siguen esta línea.

Y entramos en la tercera cuestión que se puede concluir de la lectura del libro. Aunque la obra hace unas referencias muy someras a este aspecto, King tuvo una contraposición dentro de la comunidad negra de los Estados Unidos. Digamos, para simplificar, que uno de los grandes rivales de King fue Malcolm X.

Este líder sí era partidario de la violencia como modo de acabar con la tiranía blanca. Malcolm X, que también murió asesinado, era de la opinión de que los negros de los EEUU, no eran ciudadanos de ese país, por cuanto ese país no les reconocía esa circunstancia como demostraba que hubiera que luchar para conseguir lo que para otros era normal. Por ejemplo el derecho a ser inscritos para votar.

Sostenía que ellos eran victimas de los Estado Unidos y no eran más que protagonistas de lo que llamó la "pesadilla americana" en clara contraposición al "sueño americano". En definitiva Malcolm X, que no era un terrorista ni mucho menos, propuso una auténtica revolución que liberara a lo negros, no que los integrara en el mundo de los blancos. La discusión sobre esto podría resultar apasionante y, por cierto, extensible a otras minorías, países y tiempos.

Bien, visto lo visto, en mi opinión personal creo que King, consiguió algunas victorias, que no siempre fueron definitivas, pero que en realidad la discriminación racial sigue siendo hoy una realidad. No solo con los negros, como es evidente, y no sólo en los Estados Unidos, como también es notorio. Por tanto a la hora de juzgar la obra de King, hay que tener en cuenta este factor.

La muerte de King, cuando apenas tenía 39 años, zanjó definitivamente el debate sobre los resultados de la no-violencia. Demostró, que el racismo y la intolerancia no distinguen entre la vía pacífica de Luther King y la revolucionaria de Malcolm X porque ambos acabaron igual: asesinados.

Por eso resulta interesante recordar las palabras que Malcolm X dijo a Coretta Scott King en cierta ocasión que el reverendo estaba en la cárcel. "Si los blancos supieran la alternativa que hay al reverendo King, le sacarían de la cárcel".

Si todos supiéramos a tiempo que la alternativa a la incomprensión y a engañar permanentemente a quien reclama justos derechos puede tener tan catastróficos resultados como los que tuvo la muerte de Martin Luther King, que están perfectamente recogidos en el libro, procuraríamos cuidar como oro en paño a nuestros propios King.