Los adivinos

Opinión:

Con una trama muy visual y en muchos momentos algo violenta, la autora nos conduce no sólo por los recodos de la gran ciudad, sino dentro de la mente criminal, de la idiosincrasia de la sociedad estadounidense de los años locos y  todo aderezado con la fresca elegancia y desfachatez de las "flappers" más atrevidas.

Es que lo paranormal suele ser un elemento esencial para atrapar al lector que gusta de este tipo de literatura y esta novela lo hace con creces, ya que tiene un excelente tratamiento de ambiente, personajes, contexto histórico y final no resuelto, que da pie a la continuación de la serie y aunque la parte fantasmagórica de la trama parece inverosímil, era lo que pasaba en esa época en los Estados Unidos: espiritismo, ley seca y muchas sectas.

En este sentido, la novela, juvenil a todas luces, puede ser leída por el público en general, ya que integra elementos que resultan muy atractivos a todo el que le guste esta temática: misterio, asesinatos en serie, actividad paranormal, con pinceladas de la vida social y cultural de la época.

Los personajes se desenvuelven de manera muy fluida a lo largo del texto, los podemos ver casi, en sus espacios definidos y actitudes, dentro de un contexto bien logrado, aunque la propia autora indica que hay mucho de ficticio en la novela, no se perciben cortes entre ficción y realidad, salvo todo el tema paranormal, que va más allá de lo que se escribe normalmente. Sin duda alguna, es una novela muy visual, llena de escenarios, personajes y situaciones, con capítulos cortos y muchos recursos que le dan vitalidad y sobre todo, esa sensación de continuidad, ya que es la primera entrega de una serie.

Esperamos leer pronto una próxima entrega, un nuevo caso para Evie y su tio William, otro misterio para resolver entre jazz, clubes clandestinos y museos de lo oculto, aunque queda solapado un trasfondo aún más profundo: los Adivinos, pero esa, esa es otra historia.

Carol Inabé Barba