lennie sopla

Opinión:

"Lennie sopla" es una historia muy original que anima a mostrarse activos en sociedad, no sólo por seguir unos ideales políticos de rechazo o apoyo al sistema imperante sino por la propia gratificación personal de sentir la acción, evitar la alienación personal, desarrollar principios de equivalencia y paridad, y romper la monotonía y el encasillamiento en las costumbres y relaciones personales.

Al protagonista, por ejemplo, le empezamos a ver como un ser anquilosado en la rutina, excesivamente pendiente de si mismo, anodino y tan conformista que aún viendo cómo mejorar su relación de pareja deja pasar las oportunidades. Planea su dieta vegetariana con esmero y en soliloquios refleja sus debilidades, como el temor a hacerse mayor cuando está a punto de cumplir los cincuenta años. Sin embargo, el día que le sorprende la imagen en televisión de un terrorista antiguo camarada suyo, se predispone para la acción y es este hecho el que dirigirá el hilo del suspense y el argumento de toda la novela, el mismo que despierta en él cierta rebeldía y un espíritu crítico.

Fluye en él la necesidad de abandonar el conformismo burgués; rememora sus fantasías contra el expresidente norteamericano Bush y su esposa, en los tiempos de guerra contra Irak y Afganistán; incluso, vuelve a imaginarse - como hacía cuando era joven - escenas emocionantes que debieron vivir los idealistas revolucionarios que bregaron en la Barcelona de 1931.

Las descripciones de Jim Crace, autor de gran prestigio en Inglaterra, son tan ricas en vocabulario y atractivas que hasta temas áridos como podrían ser los mecanismos pormenorizados del saxofón o los múltiples vericuetos del lenguaje musical en partituras de jazz, resultan de una calidad literaria extraordinarias y supongo que también admirables en cuanto a una traducción compleja e impecable.

El perfil del resto de los personajes en la novela también es enigmático y atrayente. No asoman de pronto ni gustan necesariamente desde el inicio, toman parte poco a poco en la trama y así se dan a conocer, invitan a unirse a ellos con lazos afectivos y familiares. No son seres perfectos, ni héroes ni antihéroes, pero son vulnerables y padecen carencias afectivas que aprenden a paliar. Algunos de esos personajes son incluso descritos con muy pocos rasgos, y los conocemos y comprendemos, a través del dolor de su ausencia o el amor que causan en otros sujetos de mayor protagonismo en la novela.

Cuando se muestran los conflictos afectivos entre los personajes al principio lo hacen libres de elementos dramáticos y superfluos; les envuelve un halo de esperanza, de carga emotiva, a veces incluso cómico, que invita a suavizarlos y sobrellevarlos de la mejor manera posible. 

El transcurso del tiempo siempre está presente en la historia, como una realidad que condiciona nuestros actos, que apremia a resolver los conflictos, que moldea irremediablemente el físico de los personajes y las consecuencias de cada acción, las perspectivas de los recuerdos, temores, aprensiones…

Creo que es una obra que dará que hablar porque permite sobre todo disfrutar de buena literatura pero invita a adoptar posturas, a desmitificar conflictos y a despertar conciencia cívica. La sociedad del año 2024 que describe en la ciudad de Alderbeech cuenta con muchos avances técnicos sobre comunicación y medios de transporte. Parece que existe concienciación ecológica y “las viviendas son más inteligentes” pero también imperan las carencias afectivas y se ciernen sobre los medios de comunicación férreos controles policiales que coartan la libertad.

Soledad Gallardo Lucena
 
LENNIE SOPLA. Un músico aburguesado se topa con la imagen en televisión de un secuestrador, antiguo camarada suyo, que mantiene retenida una familia para llamar la atención ante la eminente Cumbre de Jefes de Estado del año 2024. Como un hecho insólito le atrae y se ve obligado a tomar partido lo que le sirve para recuperar su autoestima personal y los valores de rebeldía e inconformismo que marcaron su juventud.