La verdad según Mason Buttle

Opinión:

"La verdad según Mason Buttle", de Leslie Connor, es de esos libros que dejan huella después de leerlos.

Conoceremos a Mason, un niño entrañable que se cree gafe, pues su vida, últimamente, está llena de desgracias. Después de perder a su abuelo y a su madre, tendrá que volver a enfrentarse a la muerte de su mejor amigo, Benny, tras caerse de la casa del árbol donde solían jugar.

El teniente Baird cree que Mason no ha contado todo lo que sabe, y por ello insiste una y otra vez en hacerle preguntas; pero a Mason le cuesta expresarse, y no sabe qué más decir. Gracias a la ayuda de la señorita Blinny, y de El Dragón -un programa informático que escribe todo lo que dicta el usuario-, Mason será capaz de contar todo lo que ocurrió ese fatídico día.

El personaje protagonista es magnífico; es imposible no encariñarse con él y sentir empatía hacia su persona desde el primer momento. Grandote y adorable, no ve la maldad a su alrededor, y, a pesar de todas las desgracias que ha sufrido y sufre, es capaz de encarar la vida con optimismo.

Los secundarios también son estupendos. Por un lado, conoceremos a Calvin Chumsky, un niño delgaducho y avispado, que entablará amistad con Mason rápidamente. Juntos soportarán el acoso al que son sometidos por sus compañeros de clase y construirán un refugio secreto en el antiguo silo de la granja. Esta construcción es una de las partes que más me han gustado de la novela.

Otros personajes son la abuela de Mason, el tío Drum y Shayleen, una extraña chica, adicta a las compras, que fue acogida por la familia Buttle cuando se encontraba en apuros y que desde entonces vive con ellos. Moonie, el perro de los vecinos, también tiene protagonismo, pues continuamente se escapa en busca de Mason, al que adora.

La trama gira en torno a la vida de Mason, donde conoceremos su día a día; sus problemas para leer y escribir, su excesiva sudoración y el acoso que sufre continuamente por sus compañeros y por el teniente Baird, que sigue investigando la muerte de Benny. Pero no todo es malo, la amistad con Calvin nos dejará momentos inolvidables.

El ritmo es pausado al principio, pero sin llegar a resultar pesado. A medida que avanza la historia, el ritmo mejora y va ganando intensidad hasta el final, donde por fin descubriremos lo que ocurrió realmente ese día en la casa del árbol.

Está narrado en primera persona por el protagonista, lo que nos permite conocerlo en profundidad y ver su evolución a lo largo de las páginas.

La edad recomendada es a partir de 12 años, y aunque es un libro juvenil, los adultos lo disfrutarán igualmente.

En definitiva, en "La verdad según Mason Buttle" encontrarás un personaje protagonista inolvidable y una historia desgarradora y a la vez, llena de esperanza, que no te puedes perder.

Mónica CZ