La traición de Camelot. Trilogía La rebelión de Camelot 2

Opinión:

"La traición de Camelot" es la segunda parte de la trilogía que, tal como se indica en la contraportada de este libro, se ha acabado titulando "La rebelión de Camelot", un detalle que en la primera entrega todavía no estaba presente, supongo que a la espera de cómo evolucionase su aceptación entre los lectores.

Aunque es una continuación, esta novela tiene la suficiente consistencia como para que se pueda leer de manera independiente; tan sólo quedarán unos posos de curiosidad por conocer lo que pasó antes, pues hay abundantes referencias sobre eso, pero que son poco más que comentarios mientras se suceden los acontecimientos, así que si quiere saber con detalle lo que pasó, no tocará otra que leer esa primera entrega.

Por si es el caso de que se empiece por aquí la lectura, toca presentar de nuevo a los protagonistas, Ginebra es la protagonista principal de la trama, que se enfoca en ella durante todo el tiempo. Es muy joven, apenas diecisiete años, y Arturo tampoco es muy mayor, pues sólo tiene un par más, aunque ha tenido que vivir bastantes aventuras, además de superar diversas traiciones y conspiraciones.

Ahora bien, la joven que responde al nombre de Ginebra, realmente no sabe quién es, pues casi no tiene recuerdos de su vida antes de Camelot, incluso si acaso son reales o implantados por Merlín, que fue quien la envió a la corte con el propósito de proteger, tanto a Arturo como a Camelot, con su magia, que tendrá que utilizar con mucho cuidado, pues está totalmente prohibida en el reino y, si es descubierta, podría significar su destierro para siempre.

Cerca de ellos andan los caballeros del rey Arturo, listos siempre para aventuras y batallas, entre los que destaca Lancelot, que más bien es caballero de la reina, a quien acompaña siempre para protegerla de cualquier peligro. Por cierto, en esta historia Lancelot es mujer, lo que es óbice para que supere al resto de caballeros por sus capacidades de combate.

En esta entrega hay tanta o más aventura que intriga, aunque esta siempre estará presente en mayor o menor grado, pues hay enemigos al acecho, sea de manera clara o camuflados en algún personaje anodino.

A la vez Ginebra se tendrá que enfrentar a las consecuencias de sus decisiones, demasiadas veces impulsivas, dado el desconocimiento de tantas cosas sobre sí misma o sobre los hábitos y costumbres de la corte, a los que todavía no se ha acostumbrado.

No obstante, habrá que tener en cuenta que esta es una segunda entrega de una trilogía, con lo que eso acostumbra a comportar y que aquí queda del todo claro, pues el final interrumpe la historia de manera abrupta, dejando todo en el aire para la conclusión que tendrá que aparecer en el siguiente libro.

Mientras tanto, "La traición de Camelot" resulta una novela muy entretenida, entre aventuras y líos cortesanos, dejando, eso sí, con la miel en la boca a la espera del desenlace final de la historia.

Selin