la tierra de las cuevas pintadas

Opinión:

La tierra de las cuevas pintadas  es la sexta y última entrega de la serie Los hijos de la tierra ® que comenzara a escribir Jean M. Auel en los años 80. Desde sus inicios la saga contó con una amplia acogida de público y se convirtió en un bestseller internacional.
 
Sin embargo, no es necesario que el lector lea los cinco títulos precedentes para comprender esta última novela ya que la autora se ha encargado de ponerle en antecedentes para que pueda entender la obra.
 
Uno de los excesos de la novela, aparte de sus casi 800 páginas, es la documentación, que Jean M. Auel inserta sin orden ni concierto cada vez que le parece adecuado, pero casi siempre en los momentos más inoportunos hasta conseguir desenganchar al lector. Un ejemplo lo encontramos en una temprana escena de sexo entre los protagonistas. Más que la emoción de los personajes y el amor que sienten, la autora se dedica a describir el vestuario prehistórico mientras se desnudan.
 
Es una pena porque, aunque los diálogos carecen de naturalidad y se les nota forzados, la alternancia entre las descripciones y la narración está conseguida y logra ambientar la obra con cierta facilidad.
 
Por otro lado, no sé si es culpa del traductor, del corrector, o de la autora, pero el vocabulario no es preciso ni correcto, lo que hace que la prosa parezca artificial y desarticulada.
 
Es cierto que esta sexta entrega cuenta con el tirón inicial de los anteriores volúmenes de la saga y es posible que alcance cierta relevancia en los principales puestos de venta. Sin embargo, la obra no cuenta con los elementos que engrandecieron la serie y algunos lectores podrían sentirse defraudados. Como lector, yo también, me desilusiono cuando una saga llevaba buen ritmo y al final “no es oro todo lo que reluce”. Desde luego, no puedo afirmar que La tierra de las cuevas pintadas sea, ni de lejos, la mejor novela de la serie Los hijos de la tierra.
 
Gemma Nieto