la mitad de la sangre de brooklyn

Opinión:

No soy una gran aficionada a la literatura vampírica actual, pero he disfrutado con este libro, que mezcla distintos elementos de la novela negra y de vampiros, en un cóctel sorprendente pero eficaz, que se deja leer y contiene una dosis nada despreciable de crítica social y política.

Joe Pitt es un mercenario a sueldo de La Sociedad, uno de los grupos de chupa sangres más importantes del Nueva York contemporáneo. Un solitario que debe solucionar dos conflictos: el primero, relacionado con su trabajo, será descubrir las intenciones de unos vampiros recién llegados a Manhattan que compiten para conseguir la sangre nutricia con los clanes ya consolidados; el segundo, concierne al ámbito personal y sentimental de Pitt, que deberá decidir, contrarreloj, si contagiar o no a su novia Evie, una humana enferma terminal de SIDA, la inmortalidad maldita de los vampiros. Estos dos objetivos se encuentran siempre muy presentes a lo largo de todo el libro y llegan a solaparse en las últimas páginas de una obra trepidante.

Llama la atención cómo el peso de la novela recae sobre todo en los diálogos de los personajes, que se definen a sí mismos a través de la palabra. Huston sabe combinar los escasos pasajes propiamente descriptivos o narrativos con abundantes intercambios verbales de las criaturas nocturnas que pueblan sus páginas, haciendo que la acción avance gracias a ellos. En muchos momentos he pensado que este libro podría perfectamente convertirse en cómic, ambientado en la eterna noche neoyorquina que habitan estos seres condenados a las tinieblas. Seres que una vez fueron humanos y que intentan trasplantar a su nueva condición los esquemas organizativos de las sociedades creadas por el hombre, con todo lo que eso conlleva. Esta circunstancia le permite realizar al autor una crítica del individuo moderno llena de ironía, a través de personajes como Therry, el jefe de La Sociedad, ecologista y dialogante hasta la demagogia o de la vampira Lydia, siempre feminista y reivindicativa. Sin embargo, y creo que eso ha sido lo que más me ha gustado del libro, todo ello no obstaculiza que podamos comprender la esencia trágica del vampiro protagonista, ese gorila a sueldo que es Joe Pitt, una especie de cowboy noctámbulo, hecho a sí mismo, enamorado sin remedio de una chica mala y consciente de la precariedad de la existencia de los seres inmortales.   

Patricia Esteban Erlés