La mansión de los chocolates. Los años dorados

Opinión:

La novela se puede encuadrar dentro del género de novela histórica del tipo "sagas familiares", en las que se narra la vida de una familia a lo largo de los años, lo que permite al autor realizar un retrato social de las distintas etapas históricas.

En este caso se centra en los felices años veinte, los años dorados, el periodo posterior a la primera guerra mundial que se caracterizó por ser una época de esplendor, alegría y derroche entre las clases más favorecidas. En Alemania coincide con la joven república de Weimar y con un momento de resurgimiento de la economía muy ligado al florecimiento de la industria, lo que paralelamente llevaría a un periodo muy fructífero en lo que se refiere a las artes, la música o la arquitectura. Quizá lo más llamativo en Europa fue el cambio social que trajo aparejado, sobre todo para las mujeres y en las grandes ciudades. Maria Nikolai ha elegido nuevamente una protagonista femenina, la joven Serafina, que encarna el prototipo de la mujer urbana de la época. Una joven libre e independiente económicamente, con ideas propias en lo que respecta al amor y al matrimonio. Las mujeres son las grandes protagonistas de la novela, las mujeres en general y su nuevo papel en la sociedad Europea.

Al igual que en la anterior novela de la saga, junto a los personajes ficticios nos encontramos con personas reales, como dos interesantes mujeres que causaron gran escándalo en la época: Josephine Baker, exótica bailarina que se paseó por Berlín en un carruaje tirado por avestruces y Anita Berber, cantante, bailarina y actriz, abiertamente bisexual y aficionada a las drogas.

El mayor atractivo de la novela reside en la lograda y trabajada ambientación histórica, que recrea a la perfección la vida en una ciudad como Stuttgart, mucho menos conocida, pero tan atractiva como el Berlín de la época, con una importante vida cultural (ópera, teatro, exposiciones), nuevos proyectos arquitectónicos, una pujante industria, sobre todo de fabricación de chocolate, automóviles y pianos, así como las primeras compañías discográficas o los primeros aeropuertos.

En este contexto la autora ha construido una historia de familias en la que está presente el romance, los amores no correspondidos o la venganza, todo ello bañado con el aroma del chocolate y con la música, clásica y de jazz como telón de fondo.

Celsa