la maldición del diamante. trilogía del billonario 1

Opinión:

Todos hemos soñado alguna vez con ser ricos, escandalosamente ricos, tener tanta pasta que no podamos ni contarla, quizá por eso la lotería de navidad, el euromillón, la “primitiva” se convierten en dioses a los que rezar secretamente cada semana. Por supuesto que también cabe la posibilidad de que un pariente lejano, del que no conocemos ni su existencia, nos deje toda su fortuna y nuestra vida se solucione de un momento para otro… o que se complique aun más porque en “La maldición del diamante” el dinero no es que traiga la felicidad, trae una aventura trepidante y un montón de peligros que acechan tras la vuelta de la esquina.

Richard Newsome ha escrito una novela que está en la mejor tradición de las historias victorianas anglosajones, con claros ecos de “La piedra lunar” de Wilkie Collins, y que cae en todos los tópicos y típicos de este tipo de narraciones, lo que lejos de ser un lastre, se convierte en un acierto al lograr unos personajes tan estereotipados como carismáticos.

La primera entrega de “La Trilogía del billonario” combina acción y humor, aventuras y peligros, suspense, emoción e intriga mediante una narración que transcurre con buen ritmo, en la que, como debe ser, los malos son malísimos y los buenos un tanto ingenuos. Por sus páginas desfilan mayordomos estirados, amas de llaves bonachonas, relamidos Lores venidos a menos, inspectores ineptos, que se mueven con soltura en un mundo lleno de pasadizos secretos, clubes privados, enormes museos, trampas mortales y reliquias inmortales valiosísimas, un cocktail explosivo que entretiene en todo momento y aviva la llama de la imaginación.

El trío protagonista es bastante sagaz, más de lo habitual en estas edades, cosa que se justifica mediante la recta, eficaz y férrea educación inglesa; Gerald, Sam y Ruby saben salir por ellos mismos de situaciones peliagudas, aunque también es cierto que tienen una facilidad innata para meterse en ellas. El hecho de la recién adquirida fortuna de Gerald consigue hacer creíbles determinados pasajes de la trama, al poseer dinero ilimitado pueden realizar cosas que los jóvenes de esas edad no harían en la mayoría de las novelas de aventuras, todo es posible en este viaje, desde el soborno más torpe, hasta la compra de docenas de cajas de pizza. Los tres chicos se ven envueltos en un misterio de cierta complejidad que se desarrolla en forma de puzle, hasta que no encaje una pieza no podremos dar con la siguiente, y sirve de excusa para explicar ritos paganos, visitar lugares emblemáticos, y para sentirse como un joven Indiana Jones en el subsuelo de la campiña Inglesa. En definitiva nos encontramos ante una historia adictiva y muy entretenida que promete nuevas emociones en sucesivas entregas.

Si alguna vez has soñado con ser billonario ya sabes lo que se dice: ten cuidado con lo que deseas no vaya a hacerse realidad, puede que tu fortuna se convierta en “La maldición del diamante”, aunque no tengo claro que sea algo tan malo, puede que incluso te olvides del dinero en el transcurso de la aventura.

Patricia Rubiera