La hija

Opinión:

Como el libro que he recibido es un ejemplar sin corregir, no puedo asegurar que mi lectura sea la misma que hayan tenido quienes hayan comprado el libro. Lo que sí es seguro es que la tapa será diferente, que no será una lisa cartulina roja como me ha tocado a mí; pero lo que no sé es cuál será la imagen de portada, pues tampoco coincide la que había en el catálogo que recibimos y que era bastante más sugerente sobre la historia del libro, con la que tiene ahora la editorial en su web, que me ha parecido anodina y demasiado neutra en comparación.

Respecto a la historia, para mí que todos los personajes dejan que desear, desde la propia Silvia, la protagonista que asiste impávida a lo que sucede a su alrededor y aplica en su vida lo que ya aprendió de su padre de dejarse llevar sin preocuparse demasiado por intervenir en la vida de los demás, incluyendo en esos "demás" a su hija Maria. O sea, que se puede ver como puro egoísmo o, también, una manera de escapar de las propias responsabilidades.

Las características y el desarrollo de su relación previa con Giorgio marcan la pauta de lo que vendrá después. Porque puede parecer inocente o casual, incluso que sea así en ocasiones, pero en otras puede esconderse ahí una verdad traicionera o, lo que también puede ser, una realidad perversa.

La importante diferencia de edad entre ambos, con el añadido de que ella era menor cuando inician la relación, no es más que un simple anticipo de lo que podrá venir después, cuando pase el tiempo, pues ya en ese momento han optado por unos roles característicos. Pero ocurre que mientras ella se hace adulta, las apetencias de Giorgio seguían tal cual.

Y así, luego, mientras Maria evoluciona hacia la adolescencia de una manera insana por lo vivido antes, Silvia se mantiene en su papel de espectadora, viendo como ocurre todo, hasta el punto de que se comporta igual que si estuviese en la platea de un cine viendo una película.

Es una historia compleja y aunque esos comportamientos pudieran dar pie a diversas interpretaciones, más o menos interesadas incluso, a mí me han alterado en bastantes ocasiones. Tanto de unos, como de otros... al ver hasta donde podían llegar. A veces a disgusto, otras con interés, he seguido la historia que nos comparte con acierto la autora.

Y al final surgen algunas preguntas: ¿Ocurren así los abusos? ¿Porque quien puede intervenir, no lo hace? En esta novela, Anna Giurickovic muestra los diferentes roles en una situación perversa a la vez que reparte responsabilidades entre todos los protagonistas. Luego será el lector quien podrá posicionarse sobre lo que haya ocurrido; sea más cercana o coincidente con lo que aquí presenta la autora o, que también puede ser, tanto rechazando esos comportamientos como inverosímiles, como adjudicando la culpa a uno o varios personajes concretos.

Selin