la guerra de charlie wilson

Opinión:

"La guerra de Charlie Wilson" no es exactamente una novela, sino que está planteada más bien a modo de extenso documental periodístico en el cual George Crile lleva en todo momento la voz cantante.

La impresión que me trasmitió la lectura del libro fue similar a la que experimenté durante el visionado de cualquiera de los films dirigidos por Michael Moore, aunque los enfoques de ambos autores sean muy distintos. Pienso que Crile no busca con "La guerra de Charlie Wilson", como sucede en el caso de los documentales de Moore, hacer ningún tipo de denuncia contra la política del gobierno norteamericano. Si las intenciones de Michael Moore son siempre las de destapar todo lo que huele a podrido en la Norteamérica de Bush Jr., Crile enfoca más su investigación hacía otros terrenos: intentar desvelar los entresijos de la CIA, durante el gobierno de Carter, en cuanto a funcionamiento, organización o relación con el gobierno y de qué modo se implica o no en los conflictos armados internacionales, o reflejar el enorme poder político que poseen aquellas personas pertenecientes a la alta escala social-económica del país a la hora de mover los hilos de la política internacional. No centra su objetivo en denunciar nada sino que pienso que sus intenciones son más descriptivas o divulgativas. En apariencia, Crile no parece tomar partido alguno por ninguna postura sino que simplemente se limita a informar sobre unos hechos sobre los que parece haber investigado y profundizado bastante.

Pero esto es sólo en apariencia. Crile nos presenta a unos personajes anti-comunistas furibundos, que se me antojan bastante fanáticos, cien por cien norteamericanos como unos héroes absolutos; esto provocó en mí un cierta extrañeza como lector ya que no conseguí identificarme, apoyar o querer ninguno de ellos; sí entenderlos un poco, pero nada más. Me da la impresión que el autor admira profundamente a Wilson y compañía. Quizá comparta con ellos idéntica fobia comunista, pero el estilo - que me atrevo a definir además como "poco comprometido" - con que expone los hechos o describe a los personajes me impide afirmar tal cosa con total rotundidad.

Lo único que parece tener en común los films de Moore con el libro de Crile es la estructura en que se plantea la historia. Así, en ambos casos, la narración en off de los hechos es interrumpida y apoyada con frecuencia por declaraciones textuales de los personajes mencionados y aunque a veces se introducen, en el caso de Crile, también fragmentos novelados, no suele ser la tónica habitual. En ese sentido, podríamos decir que el periodista, al igual que Moore, ejerce funciones más propias de un comentarista especializado en política interior norteamericana que de un autor con aspiraciones de novelista.

Desde mi punto de vista, el ritmo y la amenidad, a pesar de la cantidad de datos que Crile aporta cada momento, son las dos cualidades más destacadas del libro; es decir sus más de 600 páginas se leen de un plumazo y pienso que nunca pierde interés. Exige, eso sí, un interés previo por parte del lector en estos temas ya que si no dudo mucho que pueda llegar hasta el final.

El director Mike Nichols estrenó este mismo año en nuestro país la versión cinematográfica de la "novela". Tom Hanks, Julia Roberts y Philip Seymour Hoffman interpretaron los papeles principales.

En comparación con el libro, el film resulta una versión concentrada y demasiada sintetizada de los hechos narrados por Crile, de tal modo que pienso que sin haber leído antes el libro, es imposible que el público se entere totalmente de lo que se la está contado.

La opción que los guionistas adoptaron para resumir el denso documento de Crile es tratar de integrar los hechos narrados en forma de diálogos mantenidos a toda velocidad por los personajes implicados.

Algunos ejemplos:

- La monumental "bronca" de Avrakotos con Graver, su superior en la CIA, sirve en el film para presentar al personaje, aportar datos de su biografía y hacer referencia a hechos que en el libro ocupan varias páginas.

- Una anécdota protagonizada por Wilson durante su infancia en relación a la muerte de su perro y un vecino, y que ocupa parte importante de uno de los capítulos, en el film se reduce a una conversación que mantiene el congresista con su secretaria en un avión.

- Howard Hart, el jefe de la delegación de la CIA en Islamabad, es presentado como un personaje de importancia ínfima, aunque en realidad fue un opositor furibundo de la causa de Wilson.

- El "escándalo de la cocaína" en el que presuntamente Wilson estuvo implicado queda en el film como una anécdota simpática o más o menos curiosa; es decir es tratado de manera bastante superficial en comparación con el espacio que ocupa el tema en el libro.

La caracterización de los personajes es mucho más suave en el caso de Charlie Wilson (en parte por culpa de la personalidad de Hanks), más paródica en el de Avrakotos (una excelente composición sin embargo de Philip Seymour Hoffman) y bastante ajustada en el de Joanne (Julia Roberts no da al personaje la frivolidad adecuada que el personaje requiere, aunque sí pienso que refleja bien la psicología de una multimillonaria fanática y reaccionaria).

La dirección de Nichols me parece tan ambigua y distante como la de Crile como narrador es decir, no sabemos si el realizador admira o rechaza a sus personajes. Da la impresión de que periodista y director coinciden en su deseo de reflejar sólo unos hechos concretos, e históricos, sin querer tomar partido ni expresar opinión alguna a favor o en contra. Coincide con él además en que consigue finalmente un film narrado con brío y con alto poder de convicción.

Joseph B Macgregor