La arqueología desde el espacio

Opinión:

Lo cierto es que, a simple vista, el título puede despistar un poco, ya que el subtítulo, "Una forma revolucionaria de acercarnos a nuestro pasado", tampoco es que ayude a hacerse una correcta composición de lugar.

Claro que tal como comenta la misma Sarah Parcak, ella también ha tenido alguna anécdota con esa ambigua definición de su trabajo y se dio el caso de que le tocó dar unas cuantas explicaciones para solucionar un problema con una póliza de seguros.

¿De qué va entonces? Pues la cuestión es que lo que se ha dado en denominar como arqueología espacial es la utilización de las imágenes proporcionadas por los satélites artificiales que orbitan la Tierra para detectar las marcas de estructuras que podrían haber sido obra humana, normalmente restos de construcciones que han quedado enterradas por el paso del tiempo, pero cuya modificación artificial del subsuelo dejaría marcas visibles en la superficie.

A la vez que describe las técnicas, la autora también cuenta muchas de las peripecias que ha pasado en las expediciones arqueológicas que ha realizado in situ o que ha visitado en alguna ocasión, con las que constituye una extensa lista de lugares como Egipto, Camboya, Islandia, Escocia, Italia o Canadá.

Aunque a veces sólo sean visitas, junto con las expediciones en las que ha participado la autora, forman un collage bastante completo de lugares arqueológicos de todo el mundo, algunos más famosos que otros, pero todos muy interesantes, puesto que son una ventana al pasado y nos permiten conocer muchos aspectos de nuestra historia.

Algo que me ha sorprendido gratamente es que esa utilización arqueológica de las imágenes de satélite se ha ampliado al público en general. Y eso ha sido mediante GlobalXplorer, un programa de investigación colaborativa que se puso en marcha hace unos años.

El sistema es bastante sencillo y se funciona como un juego de niveles, que la persona irá superando a la vez que adquiere experiencia en la detección de posibles yacimientos. El programa evalúa después los resultados, destacando cuando un mínimo de seis usuarios ha coincidido en la apreciación de que en una imagen podría haber un resto arqueológico, pasándola a los arqueólogos para un análisis más completo.

La página tiene versión en inglés y en español; aunque ahora mismo no hay una expedición en curso, se puede contactar mediante correo electrónico, a la espera de una nueva oportunidad de "jugar" a ser arqueólogo, sabiendo que el propio trabajo será de mucha utilidad.

Tanto por su muy interesante información, como por esa sensacional propuesta de organizar un movimiento global de arqueología ciudadana, "La arqueología desde el espacio" me ha parecido una estupenda manera de acercar la arqueología al público en general y, tal como reconoce la autora, de provocar vocaciones arqueológicas, aunque sean virtuales.

Selin