Kiki

Opinión:

"Kiki" es un libro infantil escrito e ilustrado por Petra Steinmeyer. Ha sido el proyecto ganador de una beca a la creación del Fondo Nacional de las Artes, en Argentina.

Está editado por Edebé y pertenece a su colección Tucán Azul, para niños a partir de 6 años. La edición sigue la línea de todos los pertenecientes a dicha colección, ya que solo se diferencian por el color de la banda. En tapa blanda y con un formato muy manejable para los niños.

Las ilustraciones son en blanco y negro, con ciertos detalles en color rojo. Son muy bonitas visualmente, y la autora ha sabido jugar con los tonos de rojos para esos detalles que requieren de más atención por parte del lector. Están llenas de detalles y se complementan a la perfección con el texto, siendo un gran apoyo para aquellos lectores que comienzan con la lectura o que es un adulto el que les lee el cuento.

"Kiki" es una historia muy bonita, en la que la autora ha aprovechado para destacar los estereotipos y hacer una pequeña crítica social sobre los roles de género.

Valentina es una niña que quiere ser astronauta, y cuando pide de regalo un casco, igual que el que tiene su primo Pepe, la respuesta del padre es que Pepe es un niño, ¡y ella una niña! Por su parte, su madre le propone de regalo una muñeca. Pero Valentina no se rinde, y ella juega con lo que puede a que es un astronauta.

Todo cambia cuando aparece Kiki, que según Valentina viene de Marte. Kiki tiene toda la apariencia de un gallo, y además ¡canta como uno de ellos! Hasta el veterinario piensa que es un gallo, la sorpresa viene cuando descubren que Kiki ha puesto un huevo, por lo que ¡es una gallina!

Cuando el dueño de Kiki aparece, les cuenta que Kiki ha ganado un concurso de canto de gallo, es una gallina muy especial y está deseando que vuelva a su granja, ya que el gallo no canta.

Petra Steinmeyer ha realizado una similitud muy original sobre los roles de género. De una manera sencilla y directa, explica a los niños que da igual chico o chica, lo importante es hacer lo que les guste y perseguir su sueño.

Si Kiki, siendo gallina, canta mejor que el resto de los gallos, ¿por qué Valentina no va a poder ser astronauta? También me parece un buen mensaje para los padres, para que no condicionen lo que sus hijos quieren, y tal y como hace el granjero con Kiki, les apoyen. Estamos en una sociedad en la que cada día están más marcados los estereotipos, empezando por el típico "rosa para niña" y "azul para niño", de tal manera que si un niño quiere llevar una camiseta rosa, está mal visto e incluso los compañeros se pueden burlar de él. Hay que enseñar a los niños desde pequeños, y "Kiki" me parece un cuento ideal para comenzar.

Vane Gómez