guía de mad men

Opinión:

Últimamente se están poniendo de moda los ensayos sobre series de televisión, una prueba más del cambio que se está produciendo en la ficción televisiva anglosajona en los últimos tiempos, que apuesta por productos cada vez más complejos e interesantes. El que hoy nos ocupa, dedicado a Mad Men, es uno de los más extensos, detallados e interesantes, ya que aborda el análisis de la serie desde diferentes puntos de vista. Sin duda, la parte más atractiva del libro para el fan de la serie es la guía de episodios, donde tiene la posibilidad de recordar cada capítulo a través de una lectura enriquecedora del mismo. De todas maneras, todos los textos del libro resultan de gran interés al tratar de mostrarnos las claves de una serie tan excitante como Mad Men desde ámbitos tan dispares como la comunicación, la sociología, la publicidad o la filosofía.

Emitida por primera vez en verano de 2007, un mes después del fin de “Los Soprano”, desde el principio “Mad Men” se presentó como la serie sucesora del gran hit de HBO, a pesar de que este canal la rechazó en su día. Ya en el cartel promocional de AMC, el canal por cable que lo emite, se indicaba que estaba creada por Matthew Weiner, guionista y productor ejecutivo de Los Soprano.

Aunque desde luego el cartel llamó la atención en su momento (y es que, como se indica en el libro, es una serie sobre publicidad que se publicita asimismo muy bien) y es cierto que la coyuntura del vacío dejado por la serie de Tony Soprano ayudó, estos datos no bastan para explicar el fenómeno de Mad Men. Entre otras cosas porque no estamos hablando de una serie con altas cotas de audiencia (en sus últimas temporadas sí ha aumentado de manera significativa), sino de un producto que por su calidad y por el respaldo de la crítica y los premios conseguidos ha logrado dar una imagen de prestigio a toda una cadena, que consigue rentabilizar su apuesta a la larga (su poca audiencia inicial unida a los altos costes de cada episodio impedirían que por sí sola se mantuviera en antena). Por eso son necesarios libros como este, que analizan con detalle tanto el contexto  como el producto, así como el cambio en el nivel de exigencia de los telespectadores.

Políticamente incorrecta, cínica, existencialista incluso (posmoderna dirían otros), la serie muestra el reverso del american way of life sin perder sus formas elegantes, suaves, a veces casi frívolas de esa imagen idealizada que tenemos hoy de los años sesenta en Estados Unidos. En Mad Men se fuma mucho. Se bebe aun más. Los hombres son machistas, pero todos van impecables. Las mujeres se resignan (casi todas) a sus papeles de aburridas amas de casa. Don Draper, el protagonista, parece tenerlo todo: un gran puesto como ejecutivo creativo en la agencia Sterling Cooper; es alto, atractivo, tiene dinero, una mujer preciosa que es la viva imagen de Grace Kelly, y dos niños adorables. Pero no es feliz ni siquiera con sus respectivas amantes, su vida siempre se encuentra a punto de caer al vacío, como tan bien se presenta en los geniales títulos de crédito. Y como él, en realidad, todos esos perfectos hombres de negocios, todas esas jóvenes aparentemente felices en los primeros sesenta esconden una insatisfacción y una doble cara que cuestiona el modelo americano. Es la época del cambio inminente en los derechos civiles, el momento del cambio en la juventud universitaria, el auge del feminismo militante... hechos que servirán de marco y contexto a las historias de estos encantadores publicistas.

Todo ello contado a través de un diseño de producción impecable, unos sólidos guiones medidos al detalle, una brillante fotografía y unos personajes complejos y llenos de matices, interpretados por grandes actores desconocidos antes de la serie, ahora inevitablemente populares. ¿Bastan todos estos factores para tratar de entender el fenómeno? Las más de cuatrocientas páginas del libro tratarán de responder a estas cuestiones.

De lectura fluida sobre todo en su primera mitad, El libro MAD MEN. Reyes de la Avenida Madison desmenuza a conciencia la serie de televisión, la compara con otros fenómenos como The Wire, aporta todo tipo de datos y referencias de la misma, incluidos lugares de Nueva York aparecidos en la serie, por lo que el fan podrá realizar su propia ruta turística, amén de la alcohólica (impagable que incluya las recetas de cócteles).

Dirigido sobre todo a quienes conozcan y amen MAD MEN, los artículos de la segunda parte van más allá y tratan de explicar la posible (o real) posteridad de una serie con un argumento en un principio difícil de vender en televisión. De hecho, en la HBO aún deben de estar arrepintiéndose de su rechazo, sobre todo después de ver la colección de globos de oro y emmys que acumulan los hombres locos de la avenida Madison. Ojalá haya un segundo libro que analice los episodios de las siguientes temporadas.

Jorge Borondo