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Opinión:

Aunque Douglas Coupland inicia su novela con un comienzo hasta cierto punto desconcertante, no cabe duda de que logra enganchar al autor de manera sencilla pero firme. La simple idea de que las abejas han desaparecido del planeta le da pie a escribir una obra con cinco protagonistas principales que se van alternando en la narración.
 
A través de las palabras de esas cinco personas, elegidas porque habrán sido picadas por una abeja en un mundo sin abejas, el lector puede hacerse una idea de cómo han ocurrido los hechos. Eso sí, con la complejidad añadida para el autor de que al narrar con cinco voces distintas tiene que escribir con cinco tonos diferentes, lo que da una verdadera idea de la soltura que el escritor tiene con la pluma. No en vano ya ha recogido elogiosas críticas de los principales medios estadounidenses.
 
La narración, de forma general, está escrita con un estilo directo y desenfadado, con cierta premura e ironía que satisfarán al lector más exigente. Igualmente, los personajes están perfectamente desarrollados y la historia, no por ficticia, deja de ser creíble.
 
Quizá la trama, cuando ya tiene totalmente enganchado al lector, sufre un pequeño declive, justo cuando los personajes comienzan a narrar unas pequeñas historias. Algo que parece sumamente importante para el científico que los estudia pero cuya importancia aún no comprende el lector. Sin embargo, no conviene dejar apartada la obra en este punto ya que el final no tiene desperdicio: es verdaderamente sorprendente.
 
Una novela diferente, con muchos puntos de vista, que hará comprender al lector que la verdad tiene muchos caminos… y que, como dijo Einstein, si las abejas desapareciesen en cinco años no tendríamos nada que comer… da qué pensar.

Gemma Nieto