esposa por la mañana

Opinión:

Cuarta entrega de la saga de los Hathaway, cuyo protagonista va a ser el hermano, único varón de la familia. Tras el matrimonio de tres de sus hermanas, le llega el turno a Leo de protagonizar su propia historia de amor, y va a encontrarla justo a su lado, en la dama de compañía de sus hermanas: Catherine Marks.
 
En las novelas anteriores habíamos asistido a los encuentros verbales entre ambos protagonistas, siempre dispuestos a lanzarse alguna pulla. Él la considera una estirada y una sosa, ella lo acusa de ser un calavera y no duda en criticarlo de forma abierta, y el tiempo transcurre sin que sean capaces de ver el uno en el otro nada más que lo que les molesta.
 
En esta entrega esa situación va a cambiar. De repente ambos van a compartir algunas experiencias que les harán darse cuenta de que ambos poseen virtudes suficientes como para hacer tambalear todas sus impresiones previas.
 
Catherine guarda celosamente un secreto de su pasado, unos hechos que la avergüenzan y que la obligan a permanecer en la sombra, sin apenas relacionarse con la sociedad. La poco convencional familia Hathaway, llena de personajes excéntricos, y que vive alejada de Londres, es el entorno ideal para que se sienta tranquila, protegida y estimada. Cuando eso comience a cambiar, y el peligro se cierna sobre ella, el apoyo será absoluto e incondicional.
 
Es cierto que Lisa Kleypas ha elegido para esta serie a protagonistas poco convencionales: gitanos, hombres de negocios, institutrices… personajes muy alejados de los condes, duques o vizcondes que llenan las páginas de las novelas románticas ambientadas en la misma época. La elección resulta refrescante y novedosa, y sus extraordinarias personalidades calan en el lector, que siente simpatía hacia los Hathaway de inmediato.
 
Una prosa fluida, una historia convincente, algunos momentos divertidos y abundancia de escenas eróticas hacen que esta novela se lea de un tirón, casi sin respiro. 
 
Pilar Alonso Márquez