En Delos no puedes morir

Opinión:

"En Delos no puedes morir" no es una obra literaria como las demás. Para empezar, no ha sido publicada en formato libro, sino que se trata de una producción pensada para ser escuchada, creada para convertirse en audiolibro. Y esto, parece que no, pero condiciona muchos aspectos de la narración. De hecho, justo cuando me ofrecieron reseñar esta obra acaba de probar Audible, la plataforma de audiolibros de Amazon, y lo había hecho con otra novela que no estaba pensada específicamente para ser narrada de viva voz. Y, claro, he notado mucho la diferencia.

Cuestiones como el ritmo, la claridad de la trama, la buena diferenciación entre personajes o la efectividad expresiva cobran muchísima importancia en este caso. El autor ha de hacer (creo yo) un esfuerzo extra para que la historia se entienda, para que no tenga demasiados recovecos que puedan desorientar al oyente. Porque, aquí, no puedes releer. Sí es cierto que puedes retrasar la escucha unos segundos, pero no sé si la mayoría de los usuarios de este tipo de plataformas están escuchando la historia de forma exclusiva… Me atrevería a decir que no. Porque lo bueno de este formato es que puedes "leer" (ese podría ser otro debate, si esto es leer o, simplemente, consumir ficción) mientras haces otra cosa (caminar, conducir, cocinar, hacer deporte…). Y, claro, en esas condiciones, es complicado parar lo que estás haciendo y volver atrás.

En el caso de Javier Ruescas, me ha dado la impresión de que todo está perfectamente medido para que la experiencia sea agradable para el oyente. Tanto es así, que hasta la forma elegida por el narrador (el protagonista, Óliver) ya se acerca mucho a este formato: se trata de unas grabaciones sonoras en las que va contando a sus amigos de Delos lo diferente que es el mundo exterior, lo poco que saben de todo, pese a haber estudiado durante años en su lugar de procedencia.

Es más: diría que hasta el hecho de que el propio autor haya puesto voz al audiolibro beneficia no solo a la historia sino también al resultado final. Tal y como ha mostrado en ocasiones en sus redes sociales, Ruescas hace sus pinitos como doblador, sabe utilizar su voz y lee de una forma expresiva y correcta. Pero no es narrador o doblador profesional. Su voz suena, por lo tanto, mucho más natural y (casi diría) verdadera que las voces super profesionales de otros audiolibros que he escuchado. Y dado que, como digo, el narrador cuenta su historia en forma de grabaciones sonoras (hay incluso, efectos de sonido que remiten a ese aparato grabador), esa naturalidad le va como anillo al dedo, de modo que la escucha y la comprensión de la historia resultan perfectamente verosímiles.

En este audiolibro en concreto, además, el hecho de que sea el propio autor el que narra la historia le da un plus de cercanía. Casi diría… de intimidad. Es como si el propio Ruescas te estuviera contando la historia al oído. Una experiencia digna de ser vivida.

Respecto a la edad recomendada para la lectura, aunque Ruescas es un autor centrado en la novela infantil y juvenil, no he encontrado ninguna clasificación "oficial" para esta novela en este sentido. Para mí, es un crossover, una obra que puede ser leída por cualquier tipo de lector, a partir de 14 o 15 años. Y, lo que es más, no solo puede ser leída, sino disfrutada. Al máximo.

Dejando ya de lado los aspectos referidos al formato, lo cierto es que hay que reconocer que la historia no le va a la zaga. Me ha encantado el planteamiento y el desarrollo y, sobre todo, las reflexiones que Ruescas va dejando caer en la mente del oyente. Desde el amor por el conocimiento, hasta la organización social, pasando por cómo y con qué ideologías (y cómo justificamos esas ideologías) educamos a las generaciones futuras, son muchas las cuestiones de importancia que el autor propone en esta obra, aparentemente sencilla (sobre todo en la forma) pero con gran calado en cuanto al contenido.

Pero todo el aparataje conceptual y de contenido está perfectamente integrado en una trama que mantiene un buen ritmo y que va dosificando la información de manera extraordinaria para mantener en todo momento el interés del oyente. Una trama interesante, como decía al principio, a caballo entre la utopía y la distopía, llena de emociones, trepidante en ocasiones, siempre reflexiva (la narración en primera persona y a través de esas grabaciones a modo de diario lo permite y justifica) y francamente interesante.

Así pues, no puedo decir otra cosa que no sea que esta me ha parecido una experiencia única. Como lectora, me ha gustado mucho el contenido de la obra y cómo Ruescas adecúa la forma literaria al medio en el que le va a llegar al oyente. Y como escuchadora, ya digo: he tenido una sensación de cercanía y de intimidad que pocas veces me había ocurrido antes. Todo un descubrimiento.

Lidia Casado