elizabeth bathory. el viaje del ataúd maldito

Opinión:

“Un libro entre el porno, el gore, la mitología y el folclore popular”, así dice una línea del dossier.

Y no debo ser excesivamente amante del gore ni del porno porque me ha costado coger el libro muchas veces. Me he dado cuenta de algo que me ha dejado pasmada: si esto gusta mucho a los lectores -supongo que no a todos, por no decir que en realidad les gustará a un tipo muy concreto de lector- ¡yo quedo fuera del grupo!. Pero tengo mis motivos y debo exponerlos.

Las primeras veces que tuve que cerrar el libro se debía más que nada a que me daba corte que me vieran leyéndolo o había niños cerca. Hay que decir que es tan explícito el sexo como el gore. No soy nada puritana, he visto porno -nunca he conseguido que me gustara una película porno, prefiero el erotismo ¡qué le vamos a hacer! pero en literatura no me molesta leerlo, es más, me parece hasta recomendable- y soy una loca amante del terror, incluso no tengo excesivos problemas con el gore pero… de verdad que ha habido cosas que han podido conmigo. No es que me hayan molestado, porque no es así, ni siquiera que me hayan afectado de algún modo, es más bien que ver cuernos (por ejemplo de un demonio) metiéndose por unos pezones para dar placer, o tanto semen gratuito (porque prácticamente hay imágenes que ni se ven de tanto semen dibujado sobre ellos) me han llegado a parecer de mal gusto. La historia que contaba pasaba totalmente a un segundo plano con tantas felaciones y corridas, el texto parecía inútil pues las bocas estaban casi siempre ocupadas en otros menesteres, parecía tan irreal como imposible concentrarse en la leyenda, y tenía la sensación de ver una parodia de una peli porno sadomasoquista más que de terror. Las imágenes, tan explícitas y con ese blanco y negro acaparador me hacían perder el hilo argumental. Excesiva y extrema, son las palabras que me vienen a la mente para definir esta novela gráfica.

Sin embargo creo que es justo que se conozcan otro tipo de críticas, aquellas que ensalzan la obra de Raúlo Cáceres, porque una cosa es que a mí se me haya atragantado tanto semen, sado y gore gratuito, y otra que el hombre no se lo haya currado:

• “Por fin podemos disfrutar de forma completa de una de las obras eróticas actuales que desde el principio se ha ganado el derecho a estar en el Olimpo del cómic erótico.” Házael G.

• "Basándose en la biografía de una de las más crueles asesinas sádicas, Raúlo (al igual que Pizarnik o Penrose en la literatura) ha conseguido hacer de Elizabeth Bathory una figura mítica, una leyenda para siempre inmortalizada en el honorable mundo del cómic." Esther Ontanilla

Reconozco que cuando lo pedí, no había leído que era porno, sólo recordaba de él al personaje de Bathory y la sangre (así que imaginé directamente que era una biografía de terror) y lo primero que dije cuando abrí la obra fue “¡Ostras! ¿Qué he pedido?”. Advierto que me entró la risa por saberme tan despistada. Creo que antes de comprar este volumen debéis saber qué contiene, porque a quien le guste esta mezcla de sangre, violencia y sexo al límite, y admire el trabajo de Raúlo Cáceres, sabrá disfrutarlo.


EL AUTOR (Por la editorial Berenice)

Raúlo Cáceres (Córdoba, 1976). Raúlo pertenece al nuevo cómic andaluz, surgido en los 90. Desde sus inicios participa en numerosos fanzines de cómic como Birux, Fanzipote, Voz en Off o Comunicarte. Se licencia en Bellas Artes en Granada y en 1998 pasa a formar parte de la plantilla de autores de Wetcomix, revista de cómic erótico de la editorial malagueña Megamultimedia, con la serie porno-vampírica Elizabeth Bathory, que alcanzaría los 21 capítulos. Desde entonces Raúlo publica dos series: Cuentos Mórbidos y Justine y Juliette (adaptación a cómic de las novelas del Marqués de Sade). Toda su obra se caracteriza por la mezcla de géneros extremos como el gore, la pornografía y la leyenda esotérica, plasmados con un estilo que destaca por el claroscuro más tenebrista y las composiciones de página barrocas. En 2002 comienza a trabajar como ilustrador para Proyectos Editoriales Crom, en diversos juegos de rol, como Aquelarre, juego de rol demoniaco medieval, y con Devir en el juego de rol del Capitán Alatriste. Colabora con la revista Dos veces breve (Ariadna Editorial) durante 2002 y 2003. En los años siguientes también publica sus series de cómic erótico fuera de España: En EEUU y Canadá, con Eroscomix (Fantagraphics) y NBM, o en Holanda con Librepress. Actualmente es colaborador habitual de la revista mensual de cómic erótico Eroscomix (Dólmen) en la que ha publicado la serie Aguas Calientes.