el valle 1. el juego

Opinión:

Pocos sitios son más propicios para desarrollar una historia de misterio que un centro escolar. Lleno del bullicio de pasos, risas, gritos y chismorreos durante el día, se transforma al anochecer en un lugar lóbrego, lleno de huidizas sombras, con una quietud malsana que no invita en absoluto a recorrer sus silenciosos pasillos. Si este lugar lo emplazamos en el fondo de un valle, en el centro de una escarpada montaña, con unas oscuras aguas bañando la entrada y unas perennes nubes negras que parecen querer desplomarse sobre la tierra, tenemos el enclave ideal para todo tipo de historias y leyendas escalofriantes. Ese es el marco que nos ofrece la primera entrega de la saga “El valle”, una novela que cuenta con una excelente ambientación como punto fuerte.
 
Entrar en el Instituto Grace es abrir la puerta al misterio y a lo siniestro mediante una serie de recursos muy bien empleados que despiertan la intriga en el lector desde el primer capítulo. Apoyándose en todo momento en una atmósfera asfixiante, plomiza y casi enfermiza, Krystyna Kuhn crea una trama interesante y absorbente, con ciertas influencias de las novelas de Agatha Christie y siguiendo, a la vez que modernizando, la línea establecida por Enid Blyton con su archifamosa saga “Los Cinco”, en la que las aventuras y el misterio caminan de la mano sin detenerse un solo momento.

El secretismo que rodea un lugar que ni siquiera aparece en Google Earth, la actitud de la mayoría de los alumnos, los susurros y cuchicheos cuando se gira la cabeza, las desapariciones inexplicables y un sempiterno mal tiempo, son los hilos perfectos para tejer una tela de araña que va atrapando al lector a medida que los protagonistas se implican más y más en los sucesos. Nada es lo que parece en ese lugar, los enigmas se suceden, las incógnitas sobre por qué sólo quieren alumnos superdotados dan pie a mil teorías, el motivo por el que el centro tuvo que ser cerrado años atrás se guarda celosamente, cómo unos alumnos chantajean a otros para salvaguardar su pasado es el pan de cada día y, por si fuera poco, es prácticamente imposible comunicarse con el exterior porque, aunque nadie te obligue a permanecer en el centro, pocos han conseguido causar baja y vivir para contarlo.

“El valle” es una inmensa cebolla llena de incógnitas en cada una de sus capas, es necesario ir descubriéndolas una a una para darnos cuenta de que su resolución nos plantea un nuevo desafío y, en el corazón mismo, se encuentra el emplazamiento con una revelación que dará mucho juego en futuras entregas.

Por supuesto que un lugar que guarda tan celosamente sus enigmas es el sitio ideal para plantearnos un nuevo rompecabezas con la llegada de Julia y Robert, los hermanos protagonistas, que ocultan un tormentoso pasado y que están más vinculados a la institución de lo que se puede llegar a sospechar. Todo este conjunto hace que la trama sea entretenida y amena, viéndose el lector obligado a hacer sus propias conjeturas sobre qué está pasando realmente, implicándose de manera muy activa en el torbellino de acontecimientos a los que se enfrentan los personajes.
 
Todo esto viene acompañado de un buen ritmo narrativo, con capítulos cortos, abundancia de diálogos y descripciones certeras que son las que nos hacen sentir el agobio del lugar, una ambientación tan bien trabajada que se nota la oscuridad incluso a plena luz del día. El golpe de gracia es dar con la solución a la vez que los protagonistas, cuesta anticiparse a lo que va a ocurrir gracias a la cantidad de giros sorprendentes que la autora incluye a lo largo del desarrollo, lo que deja intacta la sorpresa final y consigue que deseemos tener la segunda parte en nuestras manos.
 
Si te gustan los misterios, los sitios lóbregos y solemnes, las aventuras intrépidas y el peligro acechando en las esquinas, puede que pases las pruebas de acceso para el ingresar en el Instituto Grace; aunque en “El valle” no todo el que entra  sale… vivo.

Patricia Rubiera