El tren fantasma

Opinión:

"El tren fantasma" es el primer libro infantil de María Oruña, la autora superventas de la serie de novelas de misterio del Puerto Escondido, adentrándose en el mundo de la literatura infantil, acompañada de Ana Zurita en las ilustraciones.

"El tren fantasma" se rige por la estructura común de los cuentos, dado el público objetivo, para no desarmar sus cabecitas en crecimiento:

1) Una de ellas es la trama o la acción, en este caso, rápida, ágil, con continuidad, donde en cada página, o como mucho cada dos, ocurre algo y la acción va avanzando sin tener que recurrir a una gran cantidad de información para describirlo. Tanto, que todo transcurre en una sola noche, se nutre de elementos fácilmente reconocibles para un niño y sencillos de representar en su mente.

2) Esos elementos son: el protagonista es un tren, un juguete común en sus habitaciones, e incluso muchos de ellos habrán subido en él, lo que hace más fácil visualizar en su imaginación cómo es un vagón por dentro, cómo ver por la ventanilla o la oscuridad de un túnel. Otro elemento: un castillo, un objeto también muy imaginable por ellos, donde viven personajes que les serán comunes, caballeros, arqueros, guerreros y, afortunadamente, una reina valiente dispuesta a salvar su reino de, otro elemento universal: un personaje malvado causante del problema de la historia, un "monstruo de hierro que se come a la gente".

A estos se añaden otros elementos que ayudan a dar "tensión" a la historia que hacen crear expectativas y curiosidad al niño: fantasmas, ya el mismo título es atrayente por esa adrenalina que nos sube cuando sentimos miedo; tormentas y truenos, algo que algunos niños (y mayores…) temen, pues parece que las tormentas normalmente provocan cuando menos intranquilidad, y ese refrán de "después de la tormenta siempre llega la calma" puede que lo refrende…; otros son elementos mágicos, como una montaña azul, o un viaje en el tiempo, que llevan a una época que al ser desconocida puede provocar inquietud. Y, ni la acción ni los elementos se sustentaría sin:

3) Los personajes, en este cuento reales y cercanos: el padre y la madre de Alan, que se presentan desde la primera página con ese tira y afloja entre la petición del niño de no querer irse a dormir, y la imposición de la autoridad de los padres; junto a ellos, los personajes de "El tren fantasma", un pequeño grupo donde solo dos o tres llevan la voz cantante de la acción, el resto son secundarios; uno de esos principales es un anciano que, como debe de indicar su experiencia por la edad que tiene, va anticipando lo que va a pasar y lo hace añadiendo suspense a la acción. Y, por último, los personajes del reino al que llegan de quienes no reciben una calurosa bienvenida que digamos, como representación del miedo a los que no son como nosotros. Por último, de cualquier historia, y más infantil, no menos importantes son:

4) Los valores que transmite: la obediencia o el respeto a las normas familiares y la figura de los padres como autoridad de la familia; responsabilidad, cuando el padre de Alan le otorga el papel de ser responsable de un cuento "especial", "antiguo", que pertenece a la familia desde hace mucho tiempo, mezclándolo con el respeto a la familia y a las cosas a pesar de que el niño en un principio se ría de él; socialización cuando Alan se ve en medio de un viaje con personas desconocidas; respeto hacia nuestros mayores, pues ninguno de los viajantes en el vagón se plantea no creer las historias del anciano que viaja con ellos; valentía ante situaciones desconocidas; iniciativa, o la capacidad de ayudar y trabajar en común para la solución del problema en bien de todos.

En definitiva, un cuento bien narrado para el público infantil, con una trama fácil de seguir, con ilustraciones llamativas, grandes y muy expresivas, donde es fácil captar las emociones que representan los personajes y, lo más importante, un niño es una auténtica fábrica de sueños. No seamos nosotros los que les privemos de ello.

"Un niño que lee, jamás tendrá tiempo para el aburrimiento."

Belén Flores