el sendero peliculero

Opinión:

El autor explica una serie de circunstancias que le hicieron darse cuenta de que su vida necesitaba un cambio. En 1983, estuvo nueve meses postrado en cama tras beberse el contenido de un juego de química, en 1986 sufrió el primer desamor y seis años más tarde un accidente que le provocó una grave lesión testicular que tardó tiempo en cicatrizar. Ahora bien, el dilema viene cuando se da cuenta que ninguno de esos años fue el peor de su vida. Ese honor le correspondía al año 2002, cuando le sucedió lo que, probablemente, sea lo peor que le puede suceder a alguien: “Aquel año no pasó nada en absoluto, ni bueno, ni malo”. Eso le provocó pavor y tras una búsqueda espiritual constante, encontró la respuesta en el filme La gran evasión: “¡lo único en lo que de verdad creía era en las películas!”. Así que tras despedirse de su jefe con un sermón inspirado en el de Kevin Spacey en American Beauty, decidió cambiar su vida y hacer que esta fuera tan interesante como cualquier buena película.
 
Este preludio es interesante para entender cómo a alguien se le ocurre elaborar un divertido – pero a la vez serio- manual de autoayuda a base de películas. El sendero peliculero es, en palabras del autor, “el sendero de los que hemos decidido escribir nuestra vida en lugar de que nos la escriban… el sendero de todos quienes aplicamos las reglas básicas para conseguir que a la gente le interese y tenga beneficios de taquilla”.
 
Así que tras esta premisa, nos encontramos un manual donde se nos enseña a escoger qué género queremos que tenga nuestra vida, decidir qué personaje somos, qué papel tienen los que nos rodean (villano, escudero, heroína, musa…) y lo más importante: a estructurar nuestra propia aventura con todos sus elementos, tal y como se hace en el buen cine: flashbacks, flashforward, giros de guión, picos de interés, dominar el guión… todo ello mediante ejemplos prácticos de películas y muchas dosis de humor.
 
El libro gustará a los que, como yo, siempre se han considerado peliculeros y a los que les apetezca dar un giro a su vida pero sin tener que leer el típico manual de autoayuda convencional. Un valor añadido es que, mientras aprendemos un poco más sobre nosotros mismos y cogemos las riendas de nuestro futuro, casi sin darnos cuenta habremos aprendido también mucho más acerca de ése apasionante mundo que es el cine. Gonzalo García incluye las definiciones de algunos tecnicismos, nos adentra en el argot cinematográfico y ofrece  numerosos ejemplos de películas imprescindibles que tienen mucho que enseñarnos. De hecho, el manual finaliza con una filmografía básica recomendada para reforzar cada uno de los puntos estudiados anteriormente. Dejo una pequeña selección por si algún impaciente quiere poner en práctica su sendero peliculero lo antes posible: