el príncipe de la noche

Opinión:

Nos hallamos ante la tercera trilogía de Darren Shan. En efecto, aunque el volumen que tenemos en la mano lleva el nombre genérico de El Príncipe de la Noche, en realidad es la suma de tres novelas: Cazadores del Crepúsculo, Aliados de la Noche y Asesinos del Alba.

Para aquellos que no habéis entrado aun en el universo Shan, vayan unas aclaraciones.

Darren Shan  ideó la saga vampírica como un proyecto secundario entre dos novelas para adultos; pero, lo que son las cosas (y la literatura), fue la vida del vampiro adolescente que lleva su nombre la que le dio fama y le hizo conocido.

Existen cuatro trilogías de la saga: Sangre de Vampiros (que empieza con El Circo de los Extraños en donde Darren se convierte en vampiro), La Montaña de los Vampiros (reseñada en la web), El Príncipe de la Noche, que reseñamos en esta ocasión, y una cuarta conocida bajo el título de Destino de Vampiros y que seguramente se publicará aquí en 2012.
 
Hablábamos de universo Shan y no exageramos. Lo que el autor ha creado es un mundo vampírico alejado de tópicos, con unas leyes propias presididas por el honor. En primer lugar, los vampiros no son malvados por naturaleza. No matan a sus víctimas, sino que se alimentan de ellas y las curan con su saliva (no hablamos ahora de los vampanez que esos sí que tienen mala uva).

No tienen colmillos, pero sí que poseen reflejo y sombra, aunque no puedan ser fotografiados. Y lo que los diferencia y aleja más de otros vampiros literarios es que no son atractivos, sino que su más lenta curación provoca que estén llenos de cicatrices y marcas de guerra.
 
Os lo decía: un universo vampírico original. Sin embargo, el mayor mérito de la saga es que Darren Shan, el autor, no el vampiro, lleva el don de la aventura en la sangre (nunca mejor dicho). Nos da igual si los protagonistas del autor son o no vampiros al uso, buenos o malos; sus novelas son relatos de aventuras fantásticos que van cogiendo ritmo a medida que avanza la narración y que acaban con finales de infarto.
 
La tercera trilogía me ha gustado más aun si cabe que la segunda. Quizás porque es ahora cuando su protagonista se enfrenta a su pasado, a su primer amor, a sus antiguos amigos, y comprueba que, aunque su lado vampírico le aporta algunas ventajas, la pérdida de su condición humana también le pasa factura.
 
Aventura trepidante, pues, amor, traición, pérdida y… esperando impacientes esa trilogía final de Darren Shan. 
 
Núria Pradas Andreu