el otro amor

Opinión:

"El otro amor" ha resultado una experiencia literaria realmente agotadora para mí. Se trata de un texto de una enorme densidad, especialmente dirigida a aquellos que les gusta recrearse con el párrafo bien terminado, la comparación original o más adecuada, el uso cuidadoso de las palabras… para aquellos que se fijan más en el envoltorio del paquete que en el contenido.

Esto no significa que "lo de dentro" sea pueril o baladí. Nada de eso. En realidad si algo posee el texto es profundidad; una reflexión bastante certera y lucida sobre el amor y sus efectos cuando lo tenemos y cuando nos falta. Pero también hay un acercamiento a la muerte, como concepto que, de alguna manera, parece siempre ir de la mano del amor. Amor y muerte, este podría haber sido un buen título para la novela.

El drama personal que experimenta Eva tiene mucho también de cuento dickensiano. Como le sucedía a Mister Scrooge, la joven parece vivir su particular "cuento de navidad": es decir, pasa por una experiencia fuerte con algún componente sobrenatural -la visita de los fantasmas de las navidades en el primer caso, la de la Muerte personificada en un hombre elegante en el segundo- que le hace contemplar la vida de otra manera y le ayuda además a convertirse en una persona mucho más generosa.

La novela parece estar contada por un narrador que lo sabe absolutamente todo de la protagonista, de Eva, conoce perfectamente su biografía personal y sentimental, cómo siente y padece, qué cosas la hacen reír y cuáles llorar, etc; Así, un poco como hizo el genial Henry James con Elizabeth Archer, el narrador hace su particular "Retrato de una dama". Expone todo un catálogo de neuras y miedos de la protagonista del drama y que conforman el grueso real de la narración.

De hecho, el argumento podría haber dado para una novela de cien o doscientas páginas, sin embargo, ésta se extiende hasta las cuatrocientas aproximadamente por lo que puede dar la falsa impresión de que al libro le falta acción, o se pueda argumentar en su contra el que en muchos momentos parece que "no pasa nada", que la acción se ha quedado detenida. Esto es cierto aunque se trata de una lectura algo superficial del texto.

La acción de "El otro amor" se desarrolla en dos planos. Digamos que existe una acción externa que coincide más o menos con la peripecia personal de Eva y otra interna que sucede en la intimidad del personaje, en sus recuerdos personales, en su mente, en su corazón, etc. Desde mi punto de vista, en la novela pesa más este segundo plano más íntimo y personal que el primero, aunque no por ello la narración pierde interés aunque sí gana en densidad, algo que según el gusto del lector puede convertirse en un duro lastre, difícil de superar o un placer para paladares exquisitos.

En mi caso, ha resultado una experiencia tan agotadora como enriquecedora.

Joseph B Macgregor