El oráculo de Estepal. La horda del diablo 5

Opinión:

Los que conocemos la saga, y al autor, tenemos la certeza de que Antonio Martin Morales nunca dejará de sorprendernos. Lo ha vuelto a hacer con esta quinta y última entrega de su Horda del Diablo. Nos ha impresionado con algo que no esperábamos: Remo es inseparable de su espada mágica, llevamos más de dos mil páginas viéndole luchar con ella y observando, también, como ella le ha salvado la vida en incontables ocasiones; y, de pronto, la espada está en otras manos. No podemos imaginarnos cómo ha podido pasar, quién y cómo ha conseguido arrebatársela.

Lo más importante, ya estamos enganchados. Antonio ha logrado en las primeras páginas infundir en nuestro cerebro una gran intriga y deseamos saber cómo resolverá ese conflicto.

Con El Oráculo de Estépal asistimos a la última entrega de la saga de espada y brujería titulada La horda del diablo.

Tras tantas páginas asistiendo como espectadores privilegiados a las aventuras y desventuras de Remo, Sala, Lorkum, Téna Múfler... y otros tantos personajes de ficción que, a fuerza de "convivir" con ellos han cobrado una extraña entidad real, sé que voy a echarlos de menos. Yo, y todos los que hemos seguido la historia desde el principio. Vestigia ya está dentro de nosotros.

Le queda a Antonio la satisfacción profesional de que su enorme esfuerzo por crear una saga le ha reportado un ejército de agradecidos lectores. Comenzó siendo un proyecto ambicioso que ha encontrado un final de éxito.

Me gustaría destacar que tanto el cuarto volumen como este quinto son los que me han resultado más profesionales, con tramas más estudiadas. Me ha dado la sensación de que el autor ha dejado en ellos menos espacio a la intuición y más a un trabajo estructurado; y eso, unido a la principal virtud que tiene como escritor, su imaginación, han hecho el resto: dos obras muy pulidas.

No cabe duda de que ha crecido ante nuestros ojos como autor y como persona. Tengo la suerte de conocerle personalmente y sé que esta obra le ha marcado tanto como ha podido hacerlo en sus lectores.

Respecto a su escritura, Antonio tiene todavía que corregir algunos puntos, que no me cabe duda que mejorará en un futuro: como la atención al orden de los elementos dentro la frase, que a veces nos parece una falta de corrección o de atención a los detalles.

Evaluando la obra en su conjunto, el personaje sobresaliente es Remo, destaca como protagonista indiscutible de la saga. Es humano, sobrehumano; a veces hasta inhumano. Capaz de llevar a cabo hazañas imposibles y capaz, también, de equivocarse y de dejarse llevar por una vida de equívocos encadenados.

Por encima de otras consideraciones, encuentro que es un gran narrador. Creo que ya lo he dejado dicho en la reseña de alguno de sus otros volúmenes: sus deslices de forma los salva con sus habilidades de fondo.

Tras cinco novelas, muchas tardes acompañando a Remo y a sus amigos, me quedo con los libros I y V, el primero y el último, quizá porque me encanta comenzar nuevas aventuras y quizá porque me alivia saber que tienen un cierre con broche de oro; y, por supuesto, porque disfruto constatando que la prosa del autor ha crecido a lo largo de cada capítulo de su obra.

Querido lector, aunque ya no podemos leer páginas nuevas, nos queda el consuelo de releerlas y, por eso, todavía podemos emplazarnos a vernos en las tierras que han conocido a Remo.

Sea, pues, ¡volveremos a vemos en Vestigia!

Gemma Nieto