el mundo sin nosotros

Opinión:

Se trata de una edición en formato de bolsillo para la que se ha partido directamente del formato original, publicado en un tamaño superior, reduciendo proporcionalmente la tipografía y las imágenes con el propósito de mantener la misma maquetación, por lo que coincide en el mismo número de páginas. Como resultado la letra, aunque clara, resulta tal vez algo reducida para que la lectura sea cómoda.
 
Está estructurado en diecinueve capítulos, cada uno de los cuales se centra en un tema determinado, sobre el que escoge un escenario adecuado para mostrar las consecuencias que se producirían tras nuestra ausencia.
 
Si nos interesa alguno en particular, el índice puede darnos una idea del contenido de cada capítulo, pero no siempre pues el título de cada uno tiende a ser muy conciso y no resulta suficiente. Para paliar eso podremos recurrir a consultar el índice temático situado al final del libro, que ocupa dieciséis páginas, y buscar allí ese que nos interese.
 
Ya puestos en la lectura, es fácil que nos resulte sorprendente la escasa perduración de muchos aspectos de nuestro entorno, que en un corto lapso de tiempo revertirían a su estado original. Claro que también quedarán otros que resistirían más, mucho más, incluso lo suficiente para estimular la imaginación de algún arqueólogo del futuro, ya fuese venido de no sé dónde o evolucionado aquí mismo en ese período de millones de años.
 
Pero no se trata solo de especulaciones sobre nuestro propio legado, sino que también podremos comprobar como nuestra presencia tiene unos efectos en el entorno que al desaparecer de repente afectarían también en perjuicio de especies animales y vegetales, las cuales se han adaptado a nuestras circunstancias y si no es que llegasen a desaparecer, sí que quedarían reducidas a aquellos lugares que fuesen su hábitat normal. Igualmente habría otras que medrarían de nuevo en lo que habían sido sus territorios habituales y que ahora están constreñidas a otros lugares.
 
El lenguaje utilizado por Alan Weisman es preciso y sin ambigüedades, en la línea del periodismo científico que muestra hechos y llega a unas conclusiones bastante documentadas, con las que podremos estar de acuerdo o discrepar, incluso rebatir, pero que nos muestra la preocupante fragilidad del ecosistema humano. 
  
Selin