el león de cartago

Opinión:

Sorprende ver lo poco que conocemos de nuestra propia historia, que en ocasiones adquiere sesgos según se han producido posteriormente los acontecimientos. Aunque Cartago estuviese en lo que ahora es Túnez, también es cierto que tuvieron una influencia marcada en península, sobre todo en la costa mediterránea, de lo que dan fe algunos nombre, tal como Cartagena, cuyo origen no da lugar a dudas.
 
La recreación de la vida de Amílcar, junto con un repaso a algunas costumbres cartaginesas, es seria y rigurosa, sin ceder en sentimentalismos, ni intentos de maquillaje. No obstante, es aleccionador comprobar que no tiene por qué ser cierto aquello que nos contaron cuando estudiamos la Historia de España.
 
A lo largo del libro se entrelazan las historias de los personajes principales, cuyas vidas iban parejas, con incluso algunas anécdotas que muestran su lado humano, también importante para que nos podamos hacer una correcta idea de conjunto.
 
Todos los nombres que aparecen tienen una nota a pie de página con su explicación, en el caso de los nombres personales o el origen de alguna denominación, si se aparta de la comúnmente aceptada, o su equivalencia actual en el caso de los nombres de las poblaciones y otros lugares geográficos.
 
Esta obra ayuda a devolver su importancia a la figura de Amílcar Barca, tal vez algo eclipsado por su hijo, Aníbal, pero cuya aportación fue crucial para facilitar la expansión cartaginesa por toda la costa mediterránea de la Península Ibérica. Y aún más importante es que nos acerca esa figura lo suficiente para que la sintamos como propia y sigamos sus vicisitudes con un acrecentado interés. 
  
Selin