el imperio de plata

Opinión:

La sombra de Gengis Khan sigue presente en esta cuarta entrega de la saga, aunque ya haya muerto. Tanto sus acciones como sus pensamientos guían todavía a buena parte de sus descendientes, de manera que su nombre aparece una y otra vez a lo largo de sus páginas, pues aunque el imperio mongol le sobrevivió, su leyenda ha eclipsado a los que fueron protagonistas después de él.
 
Al igual que en las entregas anteriores, Conn Iggulden apuesta por hacer atractiva la lectura, en detrimento en alguna ocasión de la rigurosidad histórica, así que si hay algún pasaje que nos sueña extraño, un vistazo a la nota histórica, situada en las páginas finales del libro, nos podrá sacar de dudas.
 
El ambiente de ciudad de Karakorum, tan distinto al de las estepas abiertas de donde provenían los mongoles, queda en segundo plano, pues son más importantes las intrigas que se suceden en la lucha por el poder. Además que una ciudad nueva, construida según un diseño previo, poco puede ofrecer que nos despierte la imaginación.
 
Por contra, sí que resultan crudas las descripciones de las campañas militares, sobre todo el avance por Europa, cuyas penalidades se ven agravadas por la extrema distancia de sus hogares de origen.
 
Las batallas tienen un peso importante y muestran tanto las estrategias utilizadas por ambos bandos, cambiando el escenario de la acción según conviene para que no nos perdamos detalle, como los enfrentamientos directos entre los ejércitos, en los que casi podremos escuchar el entrechocar de los contendientes.
 
La trama se centra en varios momentos clave de esta historia, señalando en cada parte del libro el año en cuestión, de forma que la crónica no pierda interés, ya que esos son los cruciales en esa época del imperio mongol y los que el lector podrá degustar con apasionamiento, más aún al comprender que esta etapa tiene un final claramente marcado y no se quedará a medias.
 
La amplitud de personajes que interaccionan obliga a Conn Iggulden a recordar en variadas ocasiones cual es su lugar en los linajes y en la trama, una opción más directa que un árbol genealógico en las páginas de guarda, que se consulta más esporádicamente.
 
Además de novela histórica, " El imperio de plata" tiene su eje central en la aventura y su ágil ritmo atrapa desde el principio hasta que cerramos el libro con un suspiro, pensando en cómo habría sido la historia de Europa si los mongoles hubiesen proseguido su avance hasta el mar. 
 
Selin