El fuego del flamboyán

Opinión:

La autora nos ofrece una saga familiar ambientada en Galicia y Cuba durante la primera mitad del siglo XX, principalmente; aunque también aparecen pequeñas escenas en Nueva York o Miami.

Durante toda la narración el lector vislumbra el fuerte contraste entre los dos lugares, ya sea a través de los ojos de los diferentes protagonistas, como de las descripciones que pretenden resaltar la diferencia entre una Galicia rural atrasada, cohibida, amenazada y una Cuba libre, exótica, que ofrece esperanza.

Así al inicio de la historia podemos ver como los gallegos tratan de sobrevivir mal que bien en un medio que les ofrece lo suficiente para subsistir, pero en el que no pueden crecer por las rivalidades entre la izquierda y la derecha. Una época complicada en la que tener ciertas ideas podía ser peligroso según en el lugar en el que te encontrases. Es por ello por lo que muchos gallegos, sobre todo de izquierdas, se ven obligados a escapar de su hogar ante el temor de ser asesinados por los caciques o ser denunciados por sus vecinos.

En un principio, Antonio, un abogado liberal, es el único que se salva gracias a que tiene amigos en ambos bandos. Sin embargo, diversas circunstancias le obligan a viajar a Cuba con su nieta Elisa. A través de la joven iremos descubriendo una Cuba florenciente llena de vida y riqueza, que ofrece oportunidades a jóvenes de todas las clases sociales. Pese a todo, la familia llegará a conocer también los sinsabores en una tierra que se prometía dichosa.

Quizá el mayor contraste entre los dos lugares nos lo ofrece Tino, un joven que regresa a Galicia con la intención de casarse con una muchacha de su hogar natal. Pese a conseguirlo no termina de adaptarse a una Galicia triste, apocada y sumisa debido a la presión ejercida por los mandamases del pueblo. Determinados hechos le obligan a regresar a Cuba, dejando a su mujer a cargo de la casa y las tierras de la familia. Al poner los pies en La Habana se siente liberado y feliz y decide encauzar de nuevo su vida, pero no lo tendrá fácil ya que no dejará de pensar en su familia al otro lado del charco aunque acabará reconociendo que no es amor lo que siente sino compromiso.

Una novela que narra a la perfección la emigración gallega a Cuba y refleja una verdad sobre este hecho, ya que no todos los que allí fueron consiguieron éxito y fortuna, también hubo quien fracasó en ese empeño por enriquecerse.

Una historia que nos habla de soledad, de libertad, de sueños, de abandono, de luchas, de amor y de luz. Pues luces y sombras se ocultan tras las vivencias de cada uno de los personajes que se mueven por sus páginas.

Sin embargo, al final de la novela el lector descubrirá otro tipo de emigración debido al triunfo de la revolución castrista y el comienzo de una nueva era para Cuba.

Una historia escrita con naturalidad, con un lenguaje sencillo y con un ritmo un tanto veloz, para mi gusto demasiado ya que a veces no da tiempo a disfrutar del momento o entender qué sucede. A pesar de eso, el lector quedará con un buen sabor de boca y tendrá ganas de más. Eso ya se verá, porque la historia no parece muy cerrada.

El lector disfrutará de una historia emotiva escrita con mucho realismo en la que el flamboyán, más conocido como árbol del fuego, será un testigo mudo de la explosión de sentimientos de los protagonistas.

Mila L. Castelo