el detective en el supermercado

Opinión:

Libro más que necesario en Estados Unidos, donde la dieta alimenticia se basa en todo aquello concebido para ser calentado en un microondas, El detective en el supermercado (por cierto que con un bochornosa traducción de su título original, In defense of food o “En defensa de la comida”) es un ensayo donde el europeo medio comedor de cocina más o menos tradicional puede sentirse un poco perdido. En efecto, la última parte del libro es un compendio de consejos (la mayoría de ellos obvios, por suerte para nosotros) para comer saludablemente: no comas en exceso, nada que tu abuela no reconocería como comida o que cuente entre sus ingredientes nombres impronunciables, come cosas verdes y haz que la carne o el pescado acompañen a las verduras y hortalizas y no al revés, son algunos de ellos.

Aún así, la parte más interesante y que más hará reflexionar al lector es la que explica la base de la ciencia de los nutrientes, el nutricionismo, y las contradicciones sobre las que se sostiene, así como los principales interesados en que sus vacías indicaciones sigan popularizándose: la industria alimentaria de productos procesados, uno de los sectores que más capital mueve a nivel global. Pollan intentará, entre otras cosas, descifrar qué se esconde tras una intrincada etiqueta de pan de molde de una popular marca estadounidense, así como si los omega 3 y tantos otros nombres con los que la publicidad nos bombardea sirven para algo o no.

Condimentado con ejemplos ilustrativos y sobre todo bien documentados, el ensayo es accesible a todo tipo de lectores, ya que no se pierde en tecnicismos y su lectura es ágil. Así pues, nos encontramos ante un libro que propugna la vuelta a aquello tan difícil de encontrar, esta vez aplicado a la comida: el sentido común.

Alba Moreno