el botones de kabul
Título: el botones de kabul
Título Original: (el botones de kabul, 2010)
Autor: David Jiménez
Editorial:
La Esfera de los Libros
Copyright: Diseño e ilustración de cubierta: Rafael Andrés
1ª Edición, Octubre 2010
ISBN: 9788497342230
Etiquetas:
abusos
atentados
autores
control
derechos humanos
drama
dramática
dramático
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españoles
fanáticos
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malos tratos
maltrato
manipulación
religión
terr
Argumento:
En medio de un país asolado por el fundamentalismo talibán y en un estado de guerra permanente, Frank Goldkamp, un desencantado norteamericano que trabaja para una empresa de servicios especializada en lugares conflictivos, se aloja en el hotel Intercontinental de Kabul. Allí, los trabajadores tratan de mantener vivas sus esperanzas de recobrar la normalidad. Entre ellos, hay un joven botones con el que Goldkamp trabará buena amistad, aún ignorante de que sobre el país se cierne la sombra del atentado terrorista más horrible de la historia, que acabará cambiando la suerte de muchos inocentes.
Opinión:
Desde las primeras páginas me percaté de que "El botones de Kabul" no iba a ser una novela fácil de olvidar. Pese a que creemos estar correctamente informados sobre lo que acontece en ciertos rincones olvidados de este mundo de locos, una obra como ésta, escrita por David Jiménez, corresponsal del diario El Mundo en Asia, aporta datos en cantidad y calidad suficientes como para obligarnos a reconocer nuestra ignorancia. Una cosa es leer en prensa que la “justicia” de los talibanes ha condenado a muchos inocentes; otra bien distinta es vivir al detalle y en primera fila alguna de sus ejecuciones sumarias, plenas de odio, intolerancia y crueldad.
En un estilo que a veces se asemeja al de las crónicas de guerra, David Jiménez pone ante los ojos del sobrecogido lector escenas tomadas de su bagage de experiencia personal. Y no es que el autor guste especialmente de recrearse en los detalles más sórdidos, lo cual podría llegar a resultar de mal gusto, además de ser un recurso fácil; es que no hay otra forma de relatar la brutalidad humana, si no es llamando a las cosas por su nombre. Incluso el propio autor manifiesta haber suavizado un tanto la realidad para hacerla más verosímil.
Destaco especialmente su exposición del papel de la mujer: invisible, oscura, silenciosa, sometida. Constituye una de las injusticias flagrantes que lamentablemente aún no pasaron a la historia, porque siguen de plena actualidad.
Pero"El botones de Kabul" es mucho más que una crónica novelada y puntual de una catástrofe; se trata del retrato vivo y desgraciadamente longevo de la ruina moral, económica y social del pueblo afgano, una nación de hombres endurecidos por el sufrimiento y resignados a la fatalidad.
El sarcasmo al que se acoge el autor en algunos diálogos puede llegar a despertar la sonrisa, pero es fiel reflejo de una indignación justa que el lector acabará compartiendo muy pronto. Porque, ¿de qué otro modo enfrentarse al absurdo cruel de un país gobernado por fanáticos y castigado por guerras sin fin?
Sobre una historia que atrapa, unos personajes originales que rebosan camaradería y se ganan el afecto del lector y un escenario apocalíptico, brilla el magnífico estilo narrativo que esta obra necesitaba para ser lo que es: una gran novela. No debemos olvidar que a ello colabora de manera muy efectiva el trabajo editorial cuidado y minucioso, gracias al cual, curiosamente, no recuerdo haberme tropezado con una sola errata en todo el texto. Es difícil hacerlo mejor.
José Antonio Carbonell Pla
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