El año de gracia

Opinión:

Kim Liggett nació en un medio rural en medio del oeste, a los 16 años se mudó a Nueva York siguiendo una carrera musical.

Ha sido vocalista de respaldo de algunas de las bandas de rock más importantes de los 80, además de prestar su voz en ciento de grabaciones. Como escritora ha publicado cinco novelas, una de ellas, "The last harvest", ganadora del Premio Bram Stoker.

"El año de gracia", su última obra y primera publicación en el panorama literario español, es una distopía juvenil feminista llena de simbolismos que fue inspirada por una adolescente durante un viaje de la autora por el metro neoyorkino.

El eje central de la novela trata sobre el cambio de etapa que convierte a una niña en mujer, desprendiéndose de esa sensualidad femenina que tiene forma de metáfora en la magia. Es por ello que el protagonismo lo tiene ese período en el que tanto el cuerpo como la mente se transforman, maduran y crecen en busca de otros intereses.

La narrativa de Liggett es afilada, ágil, descriptiva, impactante y sencilla. Gracias a ella, desde el primer momento, el lector se adentra en un worldbuilding bien construido que retrata una sociedad misógina que esconde, en modo de represión por fuertes leyes religiosas, su miedo por el poder de la mujer y de lo que representa.

La novela se encuentra llena de simbolismos reflejados en conversaciones, actitudes, acciones e incluso personajes que se nos van descubriendo a lo largo de las páginas. Dichos simbolismos retratan, salvando las distancias, el estilo de vida patriarcal que ha llevado el ser humano hasta las últimas décadas y lo lleva a un extremismo radical.  

A través de la anodina mente y discordante personalidad de Tierney, indiscutible protagonista, el lector no solo se introduce en este universo dirigido por una sociedad opresiva, controladora y asfixiante, sino que nos dirige hacia un ámbito mucho más profundo; el de las relaciones interpersonales e intrapersonales.

Debido al miedo que restringe su pueblo, Tierney se deja arrastrar por unas tradiciones con las que se siente disconforme. La autora trata de reflejar en la mente de la protagonista un punto de vista objetivo, sin embargo, no siempre lo consigue, llevando al lector a cuestionar lo que lee y crear sus propias opiniones al respecto.

Así mismo, no solo nos hacemos conscientes de las imposiciones o deberes a los que las mujeres se deben someter, sino que durante "el año de gracia" incurrimos en el lado oscuro de las personas, en sus relaciones, en la necesidad de supervivencia, de encajar en el grupo, de creer en aquello en lo que nos han educado. En resumen, nos adentramos en la psicología poniendo en tela de juicio la integridad y los valores.

Sin duda, se realiza un profundo examen del comportamiento humano y de las situaciones que nos llevan a tomar medidas desesperadas que van en contra de la moralidad y las múltiples formas en que se aprende a gestionar ese sentimiento de culpabilidad.

Como he mencionado antes, la presentación de la realidad a la que como lector nos sometemos está muy contaminada por la propia perspectiva de Tierney. Esto nos va a llevar a encontrarnos con una lectura controvertida en la que personalmente me he hallado ante numerosos sentimientos encontrados.

El libro está dividido en cinco partes, no capítulos, que se corresponden con los meses del año y que marcan tanto las etapas como el proceso de aprendizaje por el que nuestra protagonista va pasando. En cada etapa podemos recorrer la vida de Tierney a través de sus recuerdos y sus vivencias, de este modo nos revela el trasfondo de todo aquello que desconocemos, dándonos la posibilidad de ir descubriendo los entresijos del misterioso "año de gracia".

El contexto, el estilo de vida y el funcionamiento de la sociedad es algo que se encuentra al inicio y es descrito de forma paulatina.

Algunos de los temas más destacados que se trata son el amor, la sororidad, la familia, la supervivencia, las relaciones, el bullying, la búsqueda de yo, la aceptación social o la amistad.

Considero que es una novela con una profundidad increíble que, si bien es cierto en ocasiones se vuelve predecible, no resta valor a la originalidad y mucho menos cae en el tedio o el aburrimiento de la lectura.

Durante todo el libro me ha mantenido con la tensión y la intriga de averiguar qué misterio rodea la vida de estas jóvenes y cuáles son los secretos e intereses que se esconden tras este "año de gracia", he sufrido con las desventuras de Tierney, me he enojado con la situación y me ha hecho sentir muy incómoda en numerosas ocasiones.

Para mí ha resultado una lectura que, saliéndose de mi zona de confort, me ha tocado hondo. Se trata de un libro ligero, con una trama aparentemente sencilla, entretenida y muy dinámica, sin embargo, al mismo tiempo encierra una historia cruenta, con momentos muy duros, llenos de decisiones, supervivencia y fuertes mensajes muy reflexivos.

Por todo ello concluyo con que "El año de gracia" es un libro impactante, incómodo y adictivo que sorprende al lector por su profundo sentido psicológico que deja una resaca lectora en donde múltiples ideas hacen cuestionar diferentes temas sociales de nuestro entorno desde la crítica y la reflexión.

Lo recomiendo para los amantes de las distopías y el público juvenil en general como una lectura necesaria para fomentar el crecimiento personal, la solidaridad y la empatía.

Marisa Costa