Doce Soles 1. Encélado

Opinión:

"Encélado" es la primera parte de la trilogía Doce Soles, para niños a partir de 12 años. Está escrita a cuatro manos, por Amaya García y por Alberto Mínguez.

Siempre me ha sorprendido las novelas escritas a cuatro manos y me da miedo notar ese cambio de narrativa, pero en esta ocasión no ha sido así. No hay diferencia entre Amaya García y Alberto Mínguez, se han sabido combinar muy bien y el resultado es una lectura muy fluida y entretenida. A pesar de tener que introducir bastantes detalles técnicos relacionados con la gravedad, el espacio y la vida que allí llevan los astronautas, la lectura no resulta tediosa y lo explican de una manera con la que pueden conseguir que el lector se interese más por esta temática e incluso quiera buscar información sobre ello. Esto es algo muy importante para llamar la atención de los niños sobre la lectura y también sobre una profesión de la que quizá no conozcan mucho: la de astronauta.

Lo primero que me ha sorprendido de "Encélado" es su originalidad con el tema a tratar. Doce niños despegan por accidente en un transbordador espacial llamado Sila V. No hay posibilidad de retorno, así que tendrán que pasar dos años en órbita hasta regresar a la Tierra.

Ayudados por la WASA, (la NASA del futuro), los doce pequeños astronautas tendrán que aprender a convivir y a hacer frente a los problemas que puedan surgir en la nave.

Lo cierto es que "Encélado" resulta muy futurista, con tecnología muy avanzada y, por suerte, muy automatizada. El pequeño Sugus me ha resultado muy divertido, y la situación de la creación de la comida en el espacio o las máquinas 3D, aportan una visión de lo que el ser humano puede llegar a ser capaz en un futuro no muy lejano. Incluso máquinas con una inteligencia artificial muy diferente a lo que hasta ahora conocemos.

Los niños van a vivir muchas aventuras leyendo "Encélado", aparte de que aprenderán un montón sobre la profesión del astronauta y peculiaridades como la gravedad. Los protagonistas son de diversos países, cultura y nivel social, por lo que a través de ellos aprenderán que nada de eso importa, que pueden ser amigos y juntos lograr lo que se propongan y ayudarse. Me ha gustado ese enfoque respecto a la igualdad, ya que, en más de una situación unos u otros son los que encuentran la solución, brindan la ayuda necesaria y todos en un momento dado tienen miedo de algo.

Los doce protagonistas resultan muy maduros para su edad, y enseñarán al lector la importancia de confiar en uno mismo y de no tirar la toalla. A pesar de su juventud no se rinden frente a los problemas, y tampoco dejan todas las decisiones en manos de la WASA, sino que en ocasiones son ellos quienes marcan el camino, y más conforme van descubriendo lo ocurrido o se acercan a Saturno.

El giro que toma la historia en el final es brutal y muy original. Deja con ganas de más, así que espero que pronto podamos disfrutar de la segunda parte.

Amaya García y Alberto Mínguez crean un aura muy especial entorno a los doce niños y su experiencia en el espacio. Gracias a su manera de narrarlo, pueden lograr que al lector le pique la curiosidad y quiera buscar algo más de información sobre los planetas y sus lunas, el sistema solar o lo relacionado con el espacio en general, un mundo que resulta fascinante.

A lo largo de la lectura de "Encélado" podremos encontrar además pequeñas ilustraciones en blanco y negro, al inicio de cada capítulo o como separador entre párrafos. Son detalles que hacen la edición más especial, ya que además algunas de ellas sirven de apoyo al texto, como cuando los jóvenes astronautas llegan a Encélado e intentan buscar la lógica entre las frecuencias.

En resumen, "Encélado" es una historia llena de amistad y aventuras con la que los niños pasarán ratos muy divertidos.

Vane Gómez