Del papel al plano. El proceso de la creación cinematográfica

Opinión:

Estamos ante un tratado bastante amplio sobre la puesta escena, en el que no sólo averiguaremos qué se esconde realmente detrás de este concepto sino cuál es la forma de llevarla a cabo. Para ello el autor se sirve de una amplia teoría y de un profundo análisis, así como de multitud de imágenes de secuencias de diferentes películas de grandes autores, desde los comienzos del cine. Entre ellos destacan Griffith, Welles, Mizoguchi, Berlanga, Buñuel, Aranoa, etc.

Todo este proceder y las explicaciones que nos encontramos, ya nos advierte el autor en la introducción, no sirven para crear recetas e instrucciones a seguir, sino que pretenden buscar procedimientos para encontrar soluciones específicas. Así, poco a poco, iremos descubriendo todo los mecanismos, factores y elementos que participan en la creación de un film: bocetos, decorado, storyboard, croquis, …, algunos de los cuales son destruidos cuando la película está finalizada, pero esenciales para la puesta en escena de la misma.

Veremos la influencia del teatro en las primeras puestas en escenas, algo fácilmente entendible ya que las primeras películas tomaban mucho de este arte en su realización, y asistiremos a una progresión en el tiempo del séptimo arte en cuanto a esos detalles a los que el espectador a veces no da importancia pero que requieren muchísimo tiempo.

El objetivo del libro es, en palabras del autor, recomponer la planta de realización a partir de la suma de puntos de vista utilizados en la secuencia. Con ello, pretendemos reflexionar sobre el espacio dramático, el que prefigura el director y finalmente percibe, consciente o inconscientemente, el espectador (página 31).

El libro es interesante y meticuloso en su exposición, sin embargo, no es apto para todos los lectores sino para gente con conocimientos sobre el tema, pues en muchas ocasiones alguien ajeno a este mundo, como es mi caso, puede perderse entre los conceptos y las explicaciones necesitando buscar información complemetaria. Pese a ello es una buena lectura que nos ayudará a ver el cine con otros ojos, ya que ahora sabemos que detrás de cada secuencia hay algo más, la atención se centrará en aquello que el director y realizador han tratado de transmitirnos.

El lenguaje usado es complejo y de difícil asimilación, por lo que el libro es apropiado para aquellos técnicos que quieran ampliar conocimientos sobre el tema.

El texto finaliza con una amplia bibliografía para aquellos que quieran seguir ahondando en el tema.

Mila L. Castelo