De Super Mario a Lara Croft: La historia oculta de los videojuegos

Opinión:

El autor de este libro, David Martínez, pertenece a la primera generación que ha crecido con los videojuegos; además, lleva desde 1998 escribiendo sobre ellos en la revista Hobby Consolas, y posee una colección de más de cincuenta de estos aparatos, todo lo que, a mi parecer, le convierte en la persona idónea para escribir este libro.

"De Super Mario a Lara Croft" está dividido en 8 capítulos que recorren la amplia historia de los videojuegos desde los años 80 hasta la actualidad. Comienza hablándonos del Pong, el comecocos y otros juegos que los que los conocimos recordamos con gran cariño, y pasa por consolas como la primera y exitosa Playstation, la Nintendo 64 y otras más modernas como la Xbox 360. Todas y muchas más bastante menos conocidas están reflejadas en este libro.

Tal vez alguno de vosotros ya lo tuviérais, puesto que su primera edición fue en 2003. Sin embargo esta, la del 2015, está corregida y revisada, y añade más de 60 páginas adicionales con los datos de las nuevas consolas aparecidas desde entonces, como la Xbox One o la Wii U.

Para todos los que, como yo, habéis crecido con estos entretenimientos, será una gozada ir recordando aquellos juegos de Spectrum que tanto tardaban en cargar, o el primer "Tomb Raider" que nos parecía espectacular, el cambio a los juegos en DVD y posteriormente en Blu-Ray,...

El libro está repleto de información; la labor de documentación que ha realizado David Martínez es excelente, y además se incluyen muchos datos curiosos: por ejemplo, el escándalo provocado con el lanzamiento de "Carmageddon", un juego de coches en el que podías atropellar a los peatones y además se te recompensaba por ello, o cómo se canceló el lanzamiento de un juego de Sega, el "Propeller Arena", después del 11-S, ya que en él había que derribar aviones enemigos pero también te podías estrellar contra los edificios.

En resumen, leer "De Super Mario a Lara Croft" es todo un placer, y a los jugones como yo os traerá un gran número de recuerdos de todos esos buenos momentos pasados delante de la pantalla. Tal vez el único pero que le podría poner es que las imágenes vienen en blanco y negro, y creo que el color lo habría hecho mucho más atractivo visualmente. Aparte de esto, está claro que es un gran libro para disfrutar.  

Zulima Camblor