de acero

Opinión:

Silvia Avallone  es una joven autora italiana que está teniendo un enorme éxito en su país. De hecho, esta novela (“De acero”) ha sido galardonada con varios premios literarios como el Premio Campiello.
 
“De acero” es una buena novela pero no es apta para todo tipo de lectores. Silvia Avallone nos presenta una historia bastante cruda. Sí, el eje principal de la misma es la amistad que hay entre dos adolescentes: Anna y Francesca, pero ellas no son dos adolescentes normales y corrientes. Para empezar viven en una de las zonas más pobres de Italia, Piombino, un lugar marginal marcado por la droga y la vida gris y monótona que da trabajar en un Alto Horno.
 
Por otro lado, las familias de ambas no son tampoco nada convencionales. Tanto Francesca como Anna están marcadas por unos padres bastante especiales. Francesca debe soportar abusos y malos tratos por parte del suyo (un hombre que se pasa el día espiándola desde la ventana) mientras que el de Anna es un perdedor, un ludópata que no puede evitar llevar a la ruina a su familia por culpa del juego y de las apuestas. Frente a estos padres así, están las madres: Rosa, la de Francesca, una mujer marcada por la violencia que hay en su casa, violencia que la está cohibiendo y hacer que se aísle del resto de la gente. Y Sandra, la madre de Anna, una mujer combativa dispuesta a que los demás reaccionen. Tanto una como la otra están ya hartas de sus maridos, pero ninguna (ni siquiera Sandra que es la más “echada p´alante” ) son capaces de dar el primer paso.
 
Ante este panorama familiar, el único momento en el que Anna y Francesca son felices es cuando están juntas en la playa. Pero hay algo que sucede y que contribuye a que su amistad dé un vuelco: Francesca es lesbiana y está enamorada de Anna, cuando se lo confiesa ésta reacciona rehuyéndola y poniéndose a salir con Mattia, el amigo de su hermano Alesio.
 
Como se puede apreciar la historia es dura, muy dura. Aunque la novela se lee con interés reconozco que hay momentos en los que se te pone como un nudo en la garganta y llegas a sentir una sensación de angustia. Silvia Avallone no se anda por las ramas ni trata de edulcorar su historia con frases blandengues, todo lo contrario: su lenguaje es duro, puede que demasiado duro en ocasiones, por lo que no todo el mundo puede leer esta novela. No está hecha para lectores que buscan historias más ligeras con finales felices y todo de color rosa.
 
Aunque a mí no me gustan las historias demasiado crudas he de reconocer que me ha gustado. Creo que la crítica social que hace Silvia Avallone está muy acertada, una crítica dirigida tanto a padres como a hijos y a las relaciones a veces tan frías que hay entre ellos.
 
La novela no decae en ningún momento. Una vez empiezas a leerla es de las que te atrapan pero, sin embargo, el final deja un poco de desear. Creo que es un final un poco demasiado blando en comparación con el resto de la historia. Sí, puede que sea feliz (o no, según se mire) pero queda muy en el aire.
 
Alfaguara ha sido la encargada de editar en nuestro país esta novela de Silvia Avallone, novela que, pese a la crudeza que tiene, recomiendo porque  es valiente. A veces es bueno enfrentarse a la realidad por muy dura que parezca y, la verdad, da gusto leerla por lo bien que está escrita. 
 
Ysabel M.