Cuentos de Bereth I: Encantamiento de Luna

Opinión:

Realmente resulta de lo más alentador descubrir como en nuestro país comienzan a surgir jóvenes autores como es el caso de Javier Ruescas que sólo 21 años ya ha publicado su primera novela dentro del género de fantasía juvenil. Está claro que este género en cuestión goza de muy buena salud. Jóvenes autoras como Lucía González Lavado, Bárbara G. Rivero, Patricia García-Rojo, Carolina Lozano o Laura Grau son sólo una breve y buena muestra de esto que digo, terna de dignas herederas o seguidoras de los caminos que antaño abriera Laura Gallego, casi en exclusiva. En "Cuentos de Bereth I: encantamiento de Luna" la sombra de esta gran autora a veces se me aparece demasiado alargada, la influencia es bien patente y se deja traslucir a lo largo del libro de manera bastante evidente. Como recientemente he leído "Las crónicas de la Torre", no sé si será por eso, pero el caso es que muchas de las cosas que aparecen en el libro me han evocado esta saga. Esto no quiere decir que Ruescas no sea original ya que introduce algunos hallazgos realmente imaginativos - el tema de la electricidad o el modo en como aparecen los dragones por ejemplo - y demuestra además bastante pericia a la hora de resolver conflictos.
 
Dentro de este tipo de novelas es en donde encontramos grandes dosis de imaginación, fantasía, emoción, sueños… regreso al mundo de los cuentos que tanto nos hicieron gozar de pequeños. Historias de seres sobrenaturales, de ángeles o - como en el caso de "Cuentos de Bereth I: encantamiento de Luna" - de "princesas" rebeldes y dragones.  

Ruescas demuestra tener una gran capacidad para crear el mundo mágico en el cual se desarrolla la acción de esta primera historia de la serie: un reino medieval pero en el que la electricidad es un bien muy preciado, tremendamente machista y en del que la protagonista, Duna Azuladea, inconformista y rebelde, tiene también mucho de las heroínas de Gallego, aunque hay que reconocer también que es un personaje con quien el lector empatiza enseguida. En ese sentido, el joven autor  ha sabido crear un personaje entrañable y muy bien diseñado. De este modo, el enganche con la historia es inmediato ya que apetece mucho acompañar a Duna en sus aventuras.

Ruescas ha conseguido un libro de fácil lectura en el que además los personajes hablan como los jóvenes lectores a los que el libro va dirigido con lo que la identificación es mucho mayor.
 
Quizá al final todo se me antoja algo precipitado, sobre todo a la hora de resolver algunas peripecias, pero en general el libro trasmite un enorme entusiasmo por lo que se nos cuenta; es decir Ruescas cree en su historia y la defiende hasta la muerte y eso se nota y se contagia al lector, con lo cual la novela se disfruta el doble o el triple.
 
Joseph B Macgregor