corazón de fuego

Opinión:

Las distopías están de moda, novelas juveniles con tintes apocalípticos en las que los protagonistas buscan su lugar en el mundo a la vez que se enfrentan a su destino, llenan las estanterías de los lectores de todo el mundo. Desde la trilogía de Suzanne Collins, “Los Juegos del hambre”, se observan ciertos lugares comunes en todas ellas pero quizás el rasgo más sobresaliente es demostrar que las chicas son guerreras, la primera novela de Moira Young viene a refundar esa idea y nos deja de manifiesto que las féminas han tomado el control y que saben luchar con uñas y dientes sin esperar a ningún príncipe azul.

“Corazón de fuego” es la novela introductoria de una saga que, una vez más, nos muestra un futuro apocalíptico en el que un desconocido cataclismo ha terminado con la vida en la tierra tal y como la conocemos. Moira Young crea una estupenda ambientación para este entorno seco, desértico, que recuerda a la estética de “Mad Max”, y que es la acompañante perfecta para una historia que nos muestra un planeta desolado a excepción de unos cuantos rincones. Para darle aun más potencia a este paisaje, la autora se decanta por mostrarnos unas luchas muy del gusto del circo romano, recrea un peculiar y particular Coliseo que no desentona en absoluto con una sociedad que ha tenido que empezar de cero.

Todas estas peleas están cargadas de acción, momentos que se alternan con mucho acierto con otros más sosegados que consiguen que nos hagamos un dibujo exacto del los perfiles de los personajes. Gracias a esto comprendemos que Saba, la chica que lleva todo el peso de la historia, hace un viaje en una doble vertiente; más allá del real en busca de su hermano, es también un viaje iniciático en todos los aspectos de la vida, del amor, la familia y la forja de la personalidad. Es precisamente esto, la personalidad de la protagonista, la que la convierte en un carácter potente y atractivo, una chica terca, fuerte, con una voluntad inquebrantable, tenaz casi rozando la tozudez, que se va transformando antes nuestros ojos sin perder su esencia, un acierto desde el principio de la trama y que nos habla a las claras de que el momento de que la mujer deje de ser una comparsa en la literatura ha llegado. Nos lo deja tan claro que incluso Emmi, la hermana pequeña de la protagonista, muestra destellos de guerrera precoz, y el grupo de las “Águilas Libres” son una especie de amazonas postmodernas y futuristas que saben defenderse por sí mismas; pese a todo ello el libro no es absoluto feminista aunque el poder de la mujer, de la sociedad matriarcal sea uno de los ejes centrales.

Hasta aquí nos encontramos con una novela redonda, bien trabada y fluida, el problema es el lenguaje creado para la ocasión. En un intento por darle más realismo a la historia, Young hace que sus personajes cometan toda clase de barbaridades sintácticas y gramaticales, si bien es cierto que son prácticamente analfabetos y que en ese universo no existen escuelas ni libros, no lo es menos que hay miles de recursos para poner de manifiesto el bajo nivel cultural de los jóvenes sin torturar nuestros ojos con lo que son garrafales faltas en el lenguaje. Esta manera de hablar nos saca del desarrollo en varios momentos y termina por restarle puntos a una historia que de no ser por este detalle sería una de las mejores de lo que llevamos de año.

Las chicas han dejado las faldas y los tacones para calzarse las botas y empuñar los arcos, es el momento de demostrar que tenemos un “Corazón de fuego” que nos otorga todo el ímpetu que ese elemento posee; lástima que no hable nuestra misma lengua.

Patricia Rubiera