Conexiones perdidas. Causas reales y soluciones inesperadas para la depresión

Opinión:

En "Conexiones perdidas" el periodista Johann Hari nos habla de su propia experiencia, ya que sufrió depresión de niño y empezó a tomar antidepresivos en la adolescencia.

Nos relata cómo empezó a cuestionarse que la depresión se debía a un desequilibrio químico en el cerebro, empezando a buscar otras causas que pudieran explicarla. A día de hoy sabemos que esa explicación es muy limitada y que tanto en la depresión como la ansiedad están implicados factores biológicos, psicológicos y sociales.

A lo largo del libro nos hablará de varias posibles causas de depresión y ansiedad que ha conseguido identificar durante su investigación, como la falta de un trabajo satisfactorio, la falta de conexión con otras personas, la importancia de la motivación intrínseca, los traumas infantiles, el estrés y las emociones negativas, la desconexión de la naturaleza o el papel de la genética, entre otras.

Posteriormente nos hablará sobre las intervenciones biológicas, como los antidepresivos, y veremos que no resultan de mucha ayuda en la mayoría de los casos. Pueden ofrecer un alivio temporal, pero si no se profundiza en la verdadera raíz del problema, la depresión y la ansiedad seguirán ahí. Desde esta perspectiva biológica nos hablará también del efecto placebo o de la importancia del estrés como desencadenante.

Dentro de las intervenciones sociales y psicológicas veremos la importancia de sentirse integrado, del apoyo social, de la psicoterapia o de la meditación, entre otras.

La narración es muy amena e interesante, y nos permite abrir la mente y entender la depresión como algo más que un desequilibrio químico, y es que tomar una pastilla no suele ser la solución; en cambio rodearte de personas significativas que te muestren apoyo; cambiar las condiciones ambientales que causan malestar; evitar detonantes que hagan que te centres demasiado en tus defectos, rumiar sobre tu condición o que te impidan vislumbrar un futuro esperanzador; formar parte de una comunidad; sentirte integrado y valioso; sentir que tienes un propósito, etc., resultan a día de hoy, tareas indispensables para afrontar con éxito esta enfermedad, tareas que pueden resultar muy obvias pero que en muchos casos apenas se tienen en cuenta.

Como dice el autor y a modo de conclusión, la depresión es en sí una forma de dolor por todas aquellas conexiones que necesitamos pero que no tenemos.

Mónica CZ