Como ánades

Opinión:

Cada página de "Como ánades" muestra que en Gonzalo Calcedo tenemos a un narrador maduro, sólido, que tiene claro qué tipo de relato corto quiere ofrecer al lector. Consigue ofrecer textos coherentes en un entorno de diversidad, algo que interpreto como una señal clara de que ha encontrado un estilo personal con el que se encuentra cómodo, y que puede imprimir a historias muy distintas.

Esa experiencia queda patente en su trayectoria en el género: ha resultado ganador de premios tan prestigiosos como el NH Vargas Llosa, Tiflos o Hucha de oro, y en 2020 consiguió el Premio de las Letras de la Junta de Castilla León. Recuerdo haber leído con sumo interés su La carga de la brigada ligera de 2004 y Temporada de huracanes de 2007.

La pandemia no es protagonista de los relatos, pero se desliza en ella aportando contexto a algunas de ellas. El libro, tal y como leemos en el prefacio, fue escrito durante el confinamiento y contiene historias en los que prima la melancolía, el descreimiento o la reflexión sobre el valor de las ilusiones propias y ajenas. La galería ofrecida es variada y arquetípica, sin que eso le reste valor a lo que en ellas se expresa: perdedores que se encuentran casi presos de la barra de uno de esos hoteles indistinguibles por impersonales, las reuniones de familia, los hostales de cobijo y complicidad, y tantas situaciones que nos suenan a leídas pero que él sabe reinterpretar con solvencia.

En este libro, Gonzalo Calcedo se ocupa mucho de eso que se ha dado en llamar no lugares, geografías de paso o auxilio que nunca han tenido pretensión de ser personales. La infidelidad, el enamoramiento a destiempo o en la dirección inadecuada también encuentran puerto en sus historias. Una constante fácil de apreciar es que sus personajes son una raza de desubicados, perdidos normalmente en más de un aspecto de la vida.

El conjunto de relatos mantiene nivel, pero en el conjunto yo que quedaría con "Fuego de campamento", "Las islas" y "Dejar el hierro". No hubiera elegido el título de "Como ánades", si se me permite señalar algo que es más una opinión personal que otra cosa. Lo considero inexpresivo, pardo, y no llama suficientemente la atención sobre un contenido que por otra parte es rico y está bien labrado, proyectado por un narrador que sabe lo que hace.

Rafael Ruiz Pleguezuelos