Comerse a Buda. Vida y muerte del pueblo tibetano a manos del Imperio chino

Opinión:

La periodista Barbara Demick nos ofrece una visión de Tíbet, de sus personas, de sus problemas y de la opresión que viven a través de las entrevistas que realiza a una serie de personas que han vivido y sufrido de cerca la invasión de China y su posterior poder en la zona.

Entre las personas que ha entrevistado para ofrecernos esta problemática actual se encuentra la que fue heredera al trono, así como personas de origen más humilde, pero que de una forma u otra terminaron enfrentándose a un gobierno que se posicionaba como amigo pero que, poco a poco, terminó imponiendo su fuerza, su poder y su cultura; o por lo menos lo intentó y lo sigue intentando.

La autora nos muestra situaciones duras y desgarradoras en las que participan no solo los adultos hastiados de vivir en la represión, sino también niños y ancianos que han pedido su fe en un futuro mejor, pero que no dudan en enfrentarse al poder llegando a inmolarse.

Da coraje vislumbrar la vida de estas personas, que en muchos casos han tenido que huir de China, hacia India o Nepal, perseguidos por un gobierno que no acepta su cultura ni sus creencias. Es duro leer, sentir y comprender que en pleno siglo XXI pueda estar sucediendo todo lo que la periodista nos narra.

Barbara Demick se centra sobre todo en Ngaba, un lugar donde el número de suicidios y autoinmolaciones ha llegado a más de 156 personas en una manera de protestar contra el gobierno chino y su opresión. Inmolaciones que también nos describe, así como los medios que ha utilizado y está utilizando el gobierno para tratar de evitarlas o, por decirlo claramente, de castigarlas.

Es difícil hablar o escribir sobre los sentimientos que produce la lectura de esta obra porque deja una sensación agridulce y de impotencia. Sin embargo, es necesaria para conocer una realidad que nos es ajena y que solo podemos llegar a intuir a través de pequeños retazos de información.

Una obra, no sé si decir amena, pero que está escrita con lenguaje fácil, buscando llegar a todo tipo de público y hacernos ver qué es lo que ha pasado y está pasando en la actualidad.

Una obra necesaria y recomendable para entender un conflicto que perdura en el tiempo y que no tiene visos de tener fin.

Mila L. Castelo