casi tan salvaje

Opinión:

Casi tan salvaje  es el título de la antología de relatos con la que Isabel González debuta en las lides literarias, pero se podría decir que es un “falso” debut. Y me explico. Sí es totalmente cierto que lo sería en solitario, con todo el plantel fruto de su escritura, pero Isabel ya ha participado en otras recopilaciones junto a varios compañeros más, como en Por favor sea breve 2 (Páginas de Espuma, 2010), Relatos en cadena (2008, 2009, 2010) y Parafilias ilustradas (2010). También es de añadir que Isabel lleva unos 7 años escribiendo de una u otra forma, y que Casi tan salvaje podría ser ese escaparate que recoja el fruto de esos años.
 
En Casi tan salvaje encontraremos 21 relatos (y algún que otro microrrelato) que tienen un primer denominador común. Como la propia Isabel desvelaba en la presentación a la que tuve ocasión de asistir en mi ciudad, estos han sido escritos siempre a la misma hora, sobre las seis de la mañana. Y es en ese momento del día al que se aferra la autora para desarrollar sus cuentos, sus historias, en el que el estado de consciencia es distinto, con mayor lucidez y tranquilidad.
 
Todos y cada uno de ellos es un golpe en nuestra mente, una búsqueda de remover la memoria, de transitar por una línea que en cualquier momento es de cualquier forma menos recta, y sobre todo, una profundidad de prosa de esas que hace que muchas de sus frases deban ser leídas dos o más veces para deleitarse con ellas. En definitiva, unos textos que buscan enfrentarnos, de una manera honesta, a nuestra verdadera realidad. Sin escudos. Eso sí, con amor, con mucho amor. Pero un amor como lo define Isabel, es tantas cosas que la palabra se diluye, muta, se deja fagocitar. Así que desmitifiquémoslo.
 
Debido a su extensión, es fácil que una y otra vez recurramos a releer sus páginas, seguro que en cada una de esas lecturas encontraremos una explicación diferente a las situaciones que se nos plantean en ellos. Y si tengo que destacar uno que me haya llamado poderosamente la atención, sin lugar a dudas el relato con el texto más largo (casi un microrrelato en sí mismo): “Material a aportar por el alumno: gomaespuma para prótesis y deformidades”. 
 
Casi tan salvaje, una acertada definición de todos y cada uno de los textos de esta antología, con la que disfrutaremos de este debut de Isabel, que nos permite vislumbrar un futuro repleto de relatos mucho más salvajes, o por lo menos, casi. 
  
 Fernando Martínez Gimeno