cartas desde iwo jima del general kuribayashi

Opinión:

Siempre es difícil dar una opinión literaria de un libro histórico, puesto que en él – como es este el caso - más que la creatividad del autor y que la expresividad y originalidad temática, se pretende dar a conocer a un hombre.

Kuribayashi escribió a su familia numerosas cartas desde su destino. Mediante ellas, la autora nos desvela las inquietudes de un hombre preocupado por su familia, por sus soldados y por cumplir las órdenes de su Emperador. Nos revela el rostro humano de la guerra, el de personas que, por circunstancias que no pueden manejar, se ven envueltas en acontecimientos que las devoran inevitablemente.

Es un libro aleccionador. Detrás de cada uniforme, amigo o enemigo, hay un ser humano que sufre, padece y que tanto es capaz de la mayor heroicidad como de la máxima cobardía. Nos revela, pues, la esencia de la condición humana.

Obra bien editada, quizás aprovechando el tirón que el dúo fílmico de Clint Eastwood presentó en las pantallas el año pasado (“Banderas de nuestros padres” y “Cartas desde Iwo Jima” – basada en este libro) pero que, pese a ello merece la pena leerse.

Hay una gran diferencia entre la película y el libro. La primera recurre a la imagen visual, al efecto, siendo en mi opinión, algo inconexa. El segundo es más emotivo, más emocional porque de hombres trata y la vida – a veces sin sentido –  nos expone con sencillez y amenidad algo que no debería estar reñido con la Historia ni con el tema, por duro que sea.

Recomiendo leer el libro y ver la película después. Primero porque, siempre, un libro nos acerca más a lo real aunque, a la vez, nos permita volar con la imaginación y posicionarnos afectivamente con los personajes que en él van viviendo y desvelándosenos. Segundo, porque así comprenderemos mejor ciertas imágenes del film (aunque la muerte de Kuribayashi sea un golpe de efecto totalmente falso e indudablemente teatral).

Enhorabuena a El Andén por presentarnos esta versión de la historia que, para mí, no queda en absoluto diluida por la película, sino que la complementa. O mejor dicho, al revés. Es el film el que complementa a esta excelente, aunque terrible por su dramatismo, obra escrita.

Maldoror