Bastille contra los Bibliotecarios Malvados

Opinión:

Este es el único libro de la serie coescrito por Brandon Sanderson y Janci Patterson, publicado mucho después de los anteriores, ya que al autor le costaba dar con la voz de Bastille, narradora de este último volumen que toma el relevo de Alcatraz, que había sido quien contaba la historia hasta el momento.

Creo que Janci Patterson ha hecho un buen trabajo a la hora de ponerse en la piel de Bastille, aunque por supuesto es un personaje mucho más complicado a nivel humorístico y da algo menos de juego cuando implica al lector en la narración. Por otro lado, es tan directa, violenta e irónica que tiene muchos puntos graciosos, y las ilustraciones de Hayley Lazo también aportan a la parte más cómica.

Es complicado hablar del libro sin mencionar los sucesos del anterior y meter spoilers, así que seré bastante críptica. La trama en sí, además de trepidante, es sin duda la más estrafalaria de todos los libros, quizás para aminorar un poco la carga dramática de lo que ha ocurrido y el sufrimiento de Alcatraz se recurre más al despliegue de imaginación que va desde ejércitos de gatitos hasta tiburones en gravedad cero (los que aparecen en la portada).

La que conduce todo es Bastille, que empieza a comportarse un poco como una Smedry en ciertas ocasiones, lo que le funciona bastante bien. Mientras, vamos viendo que, conforme avanza la historia, Alcatraz va recuperándose ligeramente del trauma y volviendo poco a poco a su modo de hacer las cosas. El resto de personajes también se lanzan con arrojo a la batalla, ya que está en juego su supervivencia y la de todos los Reinos Libres.

La conclusión es un digno cierre para la saga, dando bastante alivio emocional al lector y con tres epílogos: uno contando lo que ocurre años después con Bastille y Alcatraz y dos para sacar moraleja: uno de Bastille con una reflexión sobre el heroísmo y otro de Alcatraz sobre convertir los defectos en virtudes.

En definitiva, aunque no es el mejor de la serie y se nota el cambio de autor, es una conclusión satisfactoria para una saga divertida y muy original que resulta muy recomendable.

Déborah F. Muñoz