baile de máscaras
Título: baile de máscaras
Título Original: baile de máscaras
Autor: Rachel Caine
Editorial:
Versátil
Copyright: © 2008 Roxanne Longstreet Conrad
© 2011, Ediciones Versátil
Traducción de Daniel Aldea Rossell
1ª Edición, Abril 2011
ISBN: 9788492929412
Etiquetas:
fantasía
fantástico
vampiros
Argumento:
Claire es una estudiante brillante que vive en Morganville, ciudad llena de vampiros, concretamente en la misteriosa Mansión Glass, con sus amigos Eve, Michel i Shane. La ciudad, dominada por las leyes “vampíricas”, ha llegado a un acuerdo de convivencia gracias a Amelie, la vampira que domina el territorio y que lucha por mantener el equilibrio entre vampiros y humanos. Pero un grave problema se cierne sobre los vampiros que padecen una misteriosa enfermedad que les impide reproducirse. El privilegiado cerebro de Claire se pone al servicio de sus vecinos vampíricos: hay que encontrar una cura.
Pero en ese momento llega a la ciudad un personaje funesto: el señor Bishop, un vampiro de la vieja escuela que vendrá dispuesto a cobrarse su tributo de sangre. Y las cosas se complican.
Opinión:
Cuando empecé a leer "Baile de máscaras" casi me da un síncope. Un lenguaje facilón, casi jerga juvenil, una situación que se daba por sabida y que dejaba fuera de juego a los neófitos en la saga, y casi nada que pudiese ser considerado literario.
Poco a poco, ese inicio un tanto brutal que tiene la novela fue fluyendo hacia una historia más interesante, que se dejaba leer con facilidad.
La saga de Morganville escrita por Rachel Caine, de la que "Baile de máscaras" es la cuarta entrega, entra de lleno en el género fantástico y vampírico tan de moda hoy en día. Nada tiene que ver, cuidado los amantes y detractores, con Crepúsculo y su sensiblera historia de amor. Pero tampoco se acerca ni de lejos a novelas que son un referente en el tema, como La montaña de los Vampiros de Darren Shan.
La novela de Rachel Caine tiene los elementos justos para complacer a un público joven y poco exigente: unas gotas de romance bien distribuidas, unos personajes que realmente son empáticos y enganchan, un lenguaje adaptado a la edad lectora, aunque algún que otro diálogo me ha parecido un tanto ñoño.
Pero la novela adolece de verdadera emoción porque la trama es sumamente previsible. Un lector con experiencia puede adivinar perfectamente el sitio que ocupará cada personaje en la narración y, sin mucho esfuerzo, aventurarse a predecir el final. Un final que no es final, porque las novelas de esta saga, supongo que las anteriores funcionan del mismo modo, se acaban de golpe y empiezan de golpe. ¡Con lo que se agradece ese pequeño guiño del autor, poniendo al corriente a los lectores recién llegados, de los pormenores de la historia!
Caine cae, además, en todos los tópicos vampirescos. No lo digo como una crítica destructiva ni mucho menos, sino como un aviso para el lector. El hecho de esa pretendida convivencia entre humanos y vampiros es el único toque distintivo de la historia.
En resumen, una novela que puede resultar de lectura fácil, incluso entretenida y que merece ser aprobada si se queda ahí, en un entretenimiento más, sin buscar valores más allá de esa premisa.
Y, entonces, yo me pregunto: ¿Ese tipo de novela puede arrastrar más de 1.000.000 de lectores, como reza, con orgullo la portada?
Núria Pradas
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