Atlas de los reinos perdidos

Opinión:

"Atlas de los reinos perdidos" es un libro infantil escrito por Emily Hawkins e ilustrado por Lauren Baldo. Está pensando para niños a partir de ocho años, pero que también van a disfrutar lectores de más edad e incluso los adultos.

La edición por parte de SM es una maravilla. Es en tapa dura, de un tamaño muy grande, de 31.8x26.2cm y con las páginas de un gramaje de calidad, tipo cartulina. Además, en la cubierta, el título es en color dorado/cobrizo metalizado que resalta en función de cómo le dé la luz. Es una edición de las que enamoran con solo verla, digna de cualquier amante de los álbumes ilustrados.

Las ilustraciones por parte de Lauren Baldo no podían ser más bonitas. Ocupan la totalidad de la página, siendo ilustraciones a doble página para representar cada ciudad perdida. La ambientación que ha creado es brutal, con numerosos detalles para ilustrar el reino o la isla, sus casas, paisajes, habitantes, estatuas, seres místicos o simplemente los recuadros tipo hojas de papiros o bloques de piedra en los que se recoge la información. Son ilustraciones muy coloridas, con tonos muy llamativos pero creando una armonía muy bonita entre ellos, sin que resulte muy estridente. Además, para algunos reinos perdidos, como por ejemplo, "Iram, la de los pilares: la Atlántida de las arenas" o "Saba: el territorio de la proverbial reina" ha elegido paletas de colores donde predominan ciertos colores, como naranjas y verdes, respectivamente, que resultan visualmente muy agradables. Son de esas ilustraciones que uno no se cansa de observar y con cada nuevo vistazo descubre un detalle nuevo.

Nada más comenzar la lectura de "Atlas de los reinos perdidos" encontraremos un mapamundi a doble página, en el que se han representado con una pequeña ilustración en cada país correspondiente el reino perdido. De esta manera, cuando los niños se adentran en su lectura independiente, pueden volver a este mapamundi y jugar a encontrar la relación de la ilustración. Es un método divertido para que además vayan conociendo la localización de los países y aprendan sin darse cuenta.

Posteriormente, encontramos un pequeño índice en el que se han separado los diferentes reinos sobre los que iremos leyendo por continentes. Aun así, al final del libro han incluido también un índice, pero en esta ocasión por orden alfabético. Puede incluso ser un juego para los niños buscar en cualquiera de los índices un reino al azar por descubrir en vez de ir por orden de páginas.

Antes de comenzar cada capítulo, y a modo de introducción, hay un mapa para de cada continente, en el cual se han detallado con una pequeña descripción informativa los diferentes reinos perdidos, islas fantasmas, tierras sumergidas o tierra místicas sobre las que vamos a leer. De esa manera viajaremos por: Europa, África, Asia, América del Norte, América Central y del Sur y Oceanía; junto con un apartado especial sobre los "Continentes perdidos".

Los lectores leerán curiosidades acerca de mundos que seguramente conozcan de otros cuentos o películas como la famosa ciudad de "El Dorado" o "La Atlántida", pero también sobre otros quizá no tan conocidos, como "El mundo subterráneo de los Hopi", "Port Royal: un puerto pirata hundido" o "Agartha: un reino imaginario en el interior de la Tierra". En mi caso, algunos me eran totalmente desconocidos y ha sido un grato descubrimiento. Además, también se aprende sobre las islas fantasmas, lugares que aparecían habitualmente en los mapas y que con los años se descubrió que nunca había existido; todo era fruto de los errores de los navegantes o de la imaginación desbordada de los marineros.

A cada escenario, Emily Hawkins le ha dedicado una doble página, en la que ha ido incluyendo pequeños textos con información sobre el reino o isla en cuestión, sobre sus leyendas, localización o curiosidades. Por ejemplo, en Camelot leeremos sobre la leyenda del Rey Arturo, basada en una persona real, pero leyenda al fin y al cabo que ha dado pie a tantos cuentos y películas, o sobre la espada atrapada en la roca. Viajaremos también a la ciudad perdida de Is y su historia de la princesa Dahut o a Ryūgū-jō, un increíble palacio nipón sumergido con su rey de los dragones y señor de los océanos. El texto es muy ameno de leer y con un vocabulario fácil para los niños, gracias a las fábulas resulta muy entretenido.

Otro dato curioso, es la información sobre los Continentes perdidos, mezcla de ficción y realidad, ya que Zelandia sí fue un continente de verdad que se hundió hace millones de años.

Con "Atlas de los reinos perdidos" los niños aprenderán de una manera divertida la evolución del planeta Tierra y las consecuencias que catástrofes como terremotos o las subidas de la marea han ido provocando con el paso de los años. También cómo en algunos casos las leyendas surgen a raíz de un hecho real o histórico, o de la necesidad de sumergir una ciudad para la creación de un lago artificial, pero en otras circunstancias es todo inventado a raíz de las creencias de nuestros antepasados y la fantasía.

"Atlas de los reinos perdidos" es un libro ideal para leer dando pequeños pellizcos a sus páginas y dejarse embriagar por las leyendas y la fantasía. Una lectura llena de datos curiosos para pasar un rato muy entretenido en familia.

Vane Gómez