Astronautas

Opinión:

Cada una de estas páginas contiene algo más que dibujo y texto: ventanas solapas que pueden abrirse, páginas desplazables que muestran otra imagen al tirar de ellas. O sea, que para los niños es un juego. No se trata de un cuento, es más bien aprendizaje y juego en uno, pero para niños más mayorcitos, de siete a nueve años aproximadamente.
 
En cuestión de ilustraciones es más importante todo lo referente al mundo espacial que las personas, estas aparecen únicamente como profesionales (y al final como alumnos que han aprendido algo; es la parte de las preguntas y respuestas). Aquí se dibujan sobre todo transportes y construcciones.
 
Se trata de conocer el exterior y el interior de cada imagen, por ello el niño comenzará viendo un transbordador espacial o una estación espacial para, luego, al tirar de las páginas desplazables, conocer su interior, ya sea para ver de qué partes están hechas como para ver qué hace una persona en un lugar concreto del edificio o construcción. Además tiene las penúltimas páginas dedicadas al sistema solar y las últimas, a un cuestionario espacial donde les preguntan cosas para ver si han aprendido algo.
 
Como libro, por su diseño, es una virguería, pero no es para patosos pues es importante que se muevan sus páginas desplazables con cariño. De esta forma, además, aprenden a cuidar los libros.
 
Es de tapa dura y un óptimo libro de regalo para los más jóvenes amantes del espacio, especialmente los que tienen curiosidad por conocer qué se cuece allí arriba en manos de los hombres.
 
Anika Lillo